Amante de la buena pintura y de las formas que regala el mar, el pintor Clemente Gerez ha dedicado su última muestra al ‘Oleaje’, en la que se reúnen un total de 35 obras de distintos formatos, que se pueden ver en el Auditorio de Roquetas de Mar, hasta finales de diciembre.
Clemente Gerez ha querido dedicar esta exposición en la que llevaba trabajando dos años, a la gente de la mar. “Por primera vez expongo unas obras donde rindo un homenaje a Vivaldi y sus cuatro estaciones. Son cuatro maneras de ver la mar, desde la primavera, el verano, el otoño y el invierno. De ahí viene el título ‘Oleaje’ que tanto se la oí a mi padre”.
“La mar es la mar, ante todo me interesa el Mediterráneo, porque la mar puede ser la de Roquetas o puede ser la de Garrucha”, justifica Gerez que presenta una obra muy cuidada, donde aparece la figura humana pero siempre en continúa espera, mirando al horizonte. “Esta exposición de Roquetas pasará a Nueva York y estoy viendo la posibilidad de que se vea en Pekín”.
El pintor natural de Garrucha explica que “la fuerza de mi pintura radica en la sencillez, en decir mucho con muy pocas cosas. Normalmente mi obra comunica mucho pero de una forma silenciosa”. Gerez considera que su obra es sencilla y modesta, “porque no pretendo nada, sino expresar mis vivencias y lo que yo soy y de alguna manera, pues llevar un mensaje. Muchas veces no es la palabra, sino el silencio”.
El artista utiliza en su pintura mucho los tonos oscuros. “La vida no es fácil, y no siempre es carnaval, no siempre son colores vivos. Yo en mis obras muestro el sacrificio del pescador, el sacrificio del agricultor y eso lo expreso con esos tonos de colores”. Gerez disfruta pintando. “Es mi vida la pintura. Pintar una obra es contemplar toda mi tierra almeriense y la verdad es que Almería es parte de mi piel, parte de mi vista y mis oídos”.
Félix Clemente Gerez es el pintor y poeta de la luz y del color. A través de su personal forma de entender y vivir el arte, consigue introducir al espectador dulcemente en la bruma de sus cuadros, en esa intensa luz, en sus paisajes de brisas y de silenciosas tardes frente al mar. A través de sus pinturas, Gerez imprime matices, luces y sombras, con una riqueza de colorido suave en las puestas de sol y en los amaneceres rosados.
Su obra es la plasmación del paisaje del levante, un paisaje recreado a través de una melancólica visión. Sus cuadros son llanuras desérticas calles vacías, personas que conforman el alma y la conciencia de una geografía tan concreta como Almería.
