César Méndez, codirector del AWFF: “El próximo año contaremos con Tarantino”

César Méndez es codirector del AWFF.

Tabernas recupera su pasado como escenario de cine durante este fin de semana, en que se desarrolla el Almería Western Film Festival, una cita con la que se quiere sacar del ostracismo el género western y consolidarlo como un festival de género. Nueve filmes internacionales están seleccionados para competir por el premio de un festival que con solo dos ediciones apunta muy alto. Del 11 al 13 de octubre, en Tabernas se volverá a escuhar el sonido de los revólveres. César Méndez desvela algunos detalles del Festival.

El festival es como una nueva oportunidad para el género, ¿no?

En verdad se dice que el western tiene una mala salud de hierro; ha tenido épocas mejores y peores. Es el género histórico por definición de los americanos y no creo que dejen de hacer este tipo de películas. Como género, tiene unas características tan marcadas que es el género por excelencia. Los otros géneros son más abiertos, mientras que el western tiene unas señas de identidad muy claras y muy definidas que otros no tienen. Animales, paisajes, rebelión, la frontera… todos éstos son iconos de este género que nunca deben faltar.

¿El Spaghetti contribuyó al enaltecimiento o a rebajar el estatus del western?

El spaghetti western no ha sido bien tratado, creo que es un prejuicio que viene de una generación mayor a la nuestra. Recuerdo que mis hermanos mayores veían muy mal las películas de Leone, pero la historia nos ha demostrado que es uno de los géneros que más han influido en la historia del cine. La sombra del spaghetti western es grandísima. Tarantino hace spaghetti western, el manga recibe mucha influencia de este género. Las revisiones que se hacen de la historia del cine tienen mucho más en cuenta al spaghetti y a Sergio Leone, como uno de sus principales exponentes. Muchos hablan de los directores de estas películas como unos adelantados a su época. Los 60 y 70 fueron unos años muy convulsos: movimientos sociales, revoluciones de intelectales… y el spaghetti es algo muy visual, no tan reflexivo en un principio y eso hizo que personas de esa generación no le dieran el valor que realmente tiene. Yo creo que ese prejuicio se está perdiendo y es verdad que también es algo muy español, porque en el extranjero esto no ocurre. En su día se hicieron muchas películas y en su mayoría imperaba el “hazlo tú mismo”, heredado de la filosofía punk, y a falta de presupuesto los directores ponían mucha pasión en cada una de sus películas.

¿Se podría decir que está renaciendo?

Más o menos. Los jóvenes ven el spaghetti western como un cine con un lenguaje totalmente actual y que tiene que ver con muchas películas que se hacen ahora y grandes referencias de la cultura, como el manga.

La influencia del western rodado en Almería se ve muy clara, por ejemplo, en Kill Bill, de Quentin Tarantino.

Sí, Tarantino se ha declarado fan de Sergio Leone en muchas ocasiones y tiene a varios spaghettis entre sus películas favoritas. Este género y el cine japonés de autores como Kurosawa son las principales referencias para sus películas. De hecho, nosotros nos hemos puesto en contacto con él y nos ha expresado su intención de venir el año que viene al festival, luego veremos qué pasa.

¿Qué legado han dejado estas películas para los nuevos realizadores?

En nuestro país poco, porque como el declive está todavía muy reciente no ha habido muchos directores que se hayan interesado por continuar con este lenguaje. Pero a nivel internacional sí que se hacen bastantes westerns. De cara a la preparación del festival, nosotros hemos contado como más de 60 producciones de este género en los últimos dos años, que no está nada mal.

¿Con quien te quedas, con John Wayne o con Clint Eastwood?

Son diferentes y no sabría decirte si me quedo con uno o con el otro, porque los dos me gustan. Me gustan mucho los western que se están haciendo ahora en Estados Unidos, que se han convertido en relatos para recorrer la historia de este país.

También se puede hacer western sin tener que reflejar la vida en el Estados Unidos del XIX, ¿no?

Western no solo son vaqueros e indios, es algo más: el tiroteo, el cazarrecompensas, la tensión, los planos fijos aguantados, la tensión… esto es lo que más define a un western y ahora se pueden encontrar muchas películas así que para nada reflejan los entornos típicos de una película del oeste. De hecho, una de las películas a concurso es así, se desarrolla en el Brasil actual y en ella hay incluso zombies.

Qué queréis conseguir con esta segunda edición del festival

Mantener nuestra posición y consolidarnos como un festival de género. Al igual que hay un festival destinado a las películas de terror como es Sitges, nosotros creemos que el sitio donde debe haber un festival dedicado al western es aquí, en Tabernas, sobre todo porque cuando vienes por aquí y ves los escenarios, los poblados… te das cuenta de que un festival de cine western no se puede hacer en otro sitio.

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