La fragmentación de hábitats está considerado como uno de los problemas ambientales de mayor impacto sobre la fauna, que pierde la capacidad de moverse libremente por el espacio natural y de conectar con otras poblaciones de animales. Un equipo de la Estación Biológica de Doñana – CSIC ha estudiado el efecto de las carreteras y los cercanos en la ruptura de estos espacios y los considera como uno de los mayores obstáculos para la diversidad genética de los animales.
Los investigadores han comparado varios escenarios de conectividad paisajística para determinar la importancia de considerar los efectos combinados de varios tipos de barreras. Para ello, han utilizado datos de presencia de ciervos y jabalíes que habitan en la Espacio Natural de Doñana.
Qué efectos tienen los cercados y carreteras en la movilidad y variabilidad genética de animales
Los cercados y carreteras contribuyen a la fragmentación de los hábitats, que perjudica los movimientos migratorios y la adaptación al cambio climático de las especies. Además, provoca que las poblaciones queden cada vez más aisladas, lo que lleva a una pérdida de diversidad genética y, en última instancia a extinciones locales. Analizar los efectos de una sola estructura linear, como las carreteras, puede que no sea suficiente para entender cómo las especies se mueven a través de un paisaje en la realidad. Por este motivo, el equipo científico ha querido analizar los efectos combinados de varias de estas estructuras sobre la conectividad de fauna.
Para ello, el equipo ha creado cuatro escenarios de conectividad estructural en Doñana para cada una de las dos especies estudiadas, el ciervo y el jabalí, ambas especies bastante abundantes en el espacio protegido. “Estas dos especies no están amenazadas, pero mejorar su conectividad probablemente mejoraría la conectividad para muchas otras especies con requerimientos espaciales más simples”, explica Marcello D’Amico, investigador en la Estación Biológica de Doñana – CSIC.
“Además, se trata de dos especies que interactúan con muchas otras, tanto positiva como negativamente, así que restablecer su conectividad significaría recuperar algunas funciones y servicios ecosistémicos, pero también deberíamos considerar mitigar los impactos que vienen asociados con ellas”.
Qué escenarios de fragmentación se han tenido en cuenta en este estudio
En el primero de los escenarios, solo se consideraron variables ambientales, sin tener en cuenta carreteras, cercados o pasos para fauna. En el segundo, se añadió el efecto de la presencia de carreteras. Al analizar los patrones de movimiento en estos dos escenarios, se observa que jabalíes y ciervos usarían mayoritariamente las áreas sur y oeste del espacio protegido, mientras que la intensidad de uso de la zona norte sería prácticamente mínima.
Al añadir el efecto de la presencia de cercados en el tercer escenario, los patrones de movimiento se modificarían por completo. Los cercados impedirían todo el movimiento potencial de ungulados entre las subáreas sur y oeste. En este escenario, la mayor intensidad de movimiento, por el contrario, se canalizaría desde la zona sur hasta la zona norte, en el entorno cercano a la aldea de El Rocío.
Finalmente, en el escenario final se contemplaban variables ambientales, las carreteras y cercados y además se introducían los pasos de fauna, En este escenario, los ciervos y jabalíes utilizarían de forma predominante los cercados que conectan las áreas sur y oeste, lo cual restablecería de forma parcial los patrones de movimiento detectados en el primer y segundo escenario. La intensidad de uso se concentraría de nuevo en el sur y oeste, mientras que el norte del espacio protegido dejaría de ser usado con tanta frecuencia.
Cómo se deberían construir las carreteras y cercados para que no afecten a la fauna
“Las infraestructuras lineales se tendrían que construir en lugares donde no afecten a los corredores ecológicos, sobre todo en áreas importantes para la biodiversidad como Doñana. De hecho, en el estudio se observa que la conectividad se ve afectada por la presencia de carreteras y empeora mucho más cuando se consideran una segunda infraestructura linear, como son los cercados. Estas observaciones evidencian el importante impacto que los cercados suponen para el movimiento de las especies”, explica Marcello D’Amico, investigador de la Estación Biológica de Doñana – CSIC. “Sin embargo, los resultados demuestran que se restablece parcialmente cuando se añaden pasos de fauna”.
Esta investigación demuestra cómo a través del estudio de los efectos combinados de varios tipos de infraestructuras sobre la conectividad, se mejora el entendimiento sobre cómo las estructuras lineales modifican los patrones de movimiento de fauna, lo cual ayuda a mejorar la gestión en estas áreas.
El estudio se ha realizado dentro del proyecto NaturaConnect, financiado por el programa Horizonte Europa de la Unión Europea y que tiene como objetivo el desarrollo de una Red Transeuropea de Espacios Naturales (TEN-N), un sistema de áreas naturales y seminaturales conectadas a través de corredores ecológicos. El proyecto reúne personal investigador de 22 instituciones de 15 países europeos. Doñana es uno de los casos de estudio en los que NaturaConnect se centrará especialmente, estudiando la conectividad dentro del espacio natural pero también con las áreas protegidas de Sierra Morena y Portugal.