Una investigación del Grupo de Oftalmología Experimental de la Universidad de Murcia y el IMIB, en colaboración con el Grupo de Hematología, Trasplante hematopoyético y Terapia Celular, ha demostrado que el trasplante de células mononucleares derivadas de la médula ósea entre animales de la misma especie (trasplantes singénicos) consigue ralentizar la evolución de dos enfermedades degenerativas hereditarias de los fotorreceptores de la retina.
Estas dos degeneraciones son similares a la retinosis pigmentaria humana, que provoca ceguera irreversible. Los resultados de esta investigación acaban de ser publicados en la revista Acta Ophthalmologica.
Para llegar a esta conclusión se han llevado a cabo trasplantes singénicos en dos modelos animales que sufren las mismas mutaciones genéticas que las observadas en humanos con retinosis pigmentaria. Se ha observado que los trasplantes logran ralentizar la degeneración de los fotorreceptores, consiguiendo una mayor supervivencia de estas células, que son las sensoras de la luz de la retina; y reducen la inflamación asociada a estas enfermedades degenerativas.
Además, también se observa una disminución de la degeneración de las conexiones entre los fotorreceptores y las otras neuronas de la retina, responsables de recibir la información que estos captan y enviarla al cerebro.
“Estos resultados sugieren que el trasplante singénico de células mononucleares derivadas de la médula ósea puede disminuir la evolución de las enfermedades conocidas como degeneraciones hereditarias de los fotorreceptores, por lo que podrían emplearse en el futuro para estas enfermedades y mejorar la calidad de vida de los pacientes”, afirma Diego García Ayuso, investigador de la Universidad de Murcia y codirector del estudio junto con María Paz Villegas.
García Ayuso añade que los resultados son también prometedores para una amplia gama de enfermedades de la retina que cursan con degeneración de los fotorreceptores o con inflamación.
Las células mononucleares derivadas de médula ósea se obtienen de tejido adulto, por lo que no habría problemas éticos por el uso de tejido embrionario, como puede ocurrir en otros tipos de trasplantes de células madre. En la investigación se han evaluado los resultados de la inyección las células tanto en el vítreo como debajo de la retina.
Los grupos investigadores implicados en este trabajo ya realizaron un estudio anterior sobre los efectos de trasplantes de células mononucleares humanas en ojos de animales (xenotrasplante), no consiguiendo demostrar beneficios para la protección de los fotorreceptores, aunque sí una reducción de la inflamación en la retina. Como explica Diego García Ayuso, el objetivo es seguir trabajando en esta línea para lograr un tratamiento efectivo de las enfermedades degenerativas de la retina.