Un equipo de investigadores españoles, entre los que destacan expertos de la Universidad de Granada y la Universidad de Málaga, ha llevado a cabo un estudio que profundiza en los efectos de una dieta enriquecida con cacao en la neuroplasticidad del cerebro, la memoria y la regulación emocional.
“Aunque la investigación se realizó en modelos animales, los hallazgos ofrecen perspectivas prometedoras para los humanos”, destaca la investigadora Sonia Melgar Locatelli, perteneciente al Departamento de Nutrición y Bromatología de la UGR.
La neuroplasticidad es fundamental para mantener una buena memoria, adaptarse a nuevos desafíos y recuperarse de daños cerebrales. “En un mundo cada vez más demandante, donde el estrés y el envejecimiento afectan a las funciones cerebrales, incluir cacao de calidad en la dieta podría ser una estrategia efectiva para fortalecer la salud mental y cognitiva”, explica Melgar.
Qué beneficios aporta el cacao a la salud del cerebro
Entre los principales hallazgos, el estudio ha demostrado que el consumo de cacao con alto contenido fenólico estimula la neurogénesis en el hipocampo, un proceso neuroplástico esencial en el que se generan nuevas neuronas, crucial para la memoria y el aprendizaje. También se ha observado un aumento en la expresión del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), una proteína clave para la supervivencia neuronal, el crecimiento dendrítico y la plasticidad sináptica. Estos resultados sugieren que el cacao puede ser un aliado para mantener la función cognitiva.
Para este proyecto, los investigadores seleccionaron siete cacaos en polvo del mercado español, basándose en su composición nutricional y energética. Se incluyeron cinco cacaos alcalinizados y dos no alcalinizados, evaluándolos por su contenido de compuestos fenólicos totales (TPC), procianidinas y metilxantinas, además de su capacidad antioxidante.
Qué cacaos son los mejores
Los resultados revelan que los cacaos no alcalinizados tienen niveles significativamente más altos de TPC, procianidinas y actividad antioxidante, en comparación con los cacaos alcalinizados. A partir de estos hallazgos, se han escogido dos tipos de cacao para el estudio preclínico: uno con alto contenido fenólico (HPC) y otro con bajo contenido fenólico (LPC).
Más allá de la mejora neurogénica, el cacao también muestra efectos relevantes en la memoria y el estrés. En la prueba de reconocimiento de objetos, diseñada para evaluar la memoria en ratones, aquellos que consumieron la dieta HPC lograron un rendimiento cognitivo superior en comparación con los que siguieron una dieta estándar o la dieta LPC.
Cómo actúa sobre las emociones
En cuanto al comportamiento emocional, los ratones que consumieron cacao presentaron respuestas diferenciadas en el test de natación forzada, una herramienta ampliamente utilizada para estudiar comportamientos vinculados al estrés. En concreto, estos animales mostraron mayor inmovilidad durante la prueba, lo que sugiere posibles cambios en la gestión del estrés o en la eficiencia del uso de recursos energéticos. “No obstante, son necesarios más estudios para comprender plenamente estas observaciones y determinar si el consumo de cacao tiene un impacto significativo en la respuesta a situaciones desafiantes”, explican desde el equipo de investigación.
“En resumen, el cacao, más allá de ser un placer culinario, se perfila como un aliado natural para potenciar la salud cerebral. La capacidad de sus compuestos fenólicos para estimular la neurogénesis, reforzar la memoria y mejorar la gestión emocional lo convierten en un recurso valioso para enfrentar los desafíos de la vida moderna y preservar una mente ágil y saludable a lo largo del tiempo”, concluye la investigadora de la UGR Sonia Melgar.