La reserva marina de Cabo de Gata-Níjar cumple este 12 de julio 29 años de compromiso con la conservación de uno de los ecosistemas marinos más ricos y diversos del Mediterráneo. El aniversario es una fecha destacada porque, desde su creación, en 1995, esta reserva ha jugado un papel crucial en la protección de la biodiversidad marina, al promover la sostenibilidad y el mantenimiento de la actividad pesquera, que contribuye al desarrollo socioeconómico de la región.
Esta reserva está en la provincia de Almería y abarca 4.911 hectáreas en aguas exteriores. Se localiza en una zona de confluencia de corrientes, una cálida procedente del Mediterráneo y otra de menor salinidad y más fría procedente del Atlántico que se encuentra frente al Cabo de Gata. De esta manera, se forma un área de alta productividad y riqueza biológica.
En sus fondos se alternan extraplomos, zonas de arena y roca y Posidonia oceánica, que forma extensas praderas sumergidas y comunidades muy productivas. También encontramos comunidades de algas fotófilas, en especial, las algas pardas del género Cystoseira, que indican que la aguas están limpias y bien oxigenadas.
En aguas de la reserva abundan especies pesqueras como el mero, la lubina, el salmonete y otras especies pelágicas como la lecha y, de modo estacional, algunos túnidos. En cuanto a los moluscos, podemos citar la chirla, y entre los cefalópodos, el pulpo, la jibia o sepia y el calamar.
Como especies de interés, para su conservación, destacan el coral anaranjado o el gasterópodo “Dendropoma petraeum” que forma, junto al alga calcárea “Neogoniolithon brassica-florida”, una estructura rígida denominada arrecife de vermétidos, similar a la de los arrecifes coralinos tropicales.
Reserva marina de interés pesquero
Las reservas marinas son espacios protegidos cuyo objetivo principal es la regeneración del recurso pesquero y el mantenimiento de las pesquerías artesanales tradicionales de la zona. A partir de la creación de la primera reserva marina, la de la Isla de Tabarca, ha sido el sector pesquero profesional, representado por las cofradías de pescadores, el que ha solicitado la creación de estos espacios.
En las reservas marinas se permite el desarrollo de una pesca artesanal, que es la actividad troncal, junto a actividades recreativas como el buceo. Este está enfocado hacia un uso público responsable y de calidad, dirigido a la seguridad ambiental y humana.
Actualmente la red de reservas marinas está formada por 12 espacios protegidos gestionados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de forma exclusiva o bien compartida con las comunidades autónomas- cinco son de gestión exclusiva y las siete restantes de gestión mixta-.
Las 12 reservas marinas ocupan una superficie de 105.243 hectáreas de las cuales 10.162 hectáreas se corresponden con zonas de reserva integral y 95.081 hectáreas con superficie de resto de reserva, con actividades humanas reguladas.