Bebe es una de esas artistas que no deja a nadie indiferente: te gusta o la odias, no hay medias tintas en los sentimientos que genera la extremeña, que el próximo 24 de mayo presentará, en el Auditorio Maestro Padilla, ‘Un pokito de roncanrol’, un trabajo donde Bebe muestra su lado más ‘cañero’.
‘Un pokito rocanrol’ es la nueva aventura de la cantante y compositora extremeña, un disco con aliento ‘rocanrol’, junto a ese afán de búsqueda que siempre acompaña a Bebe y que vuelve a revolver la escena de la música española por su fuerza interna, por la sorpresa continua, por esa valentía para aceptar riesgos musicales tan rara de ver en el panorama actual.
‘Un pokito de rocanrol’ es un álbum producido por Renaud Letang, uno de los productores franceses más reconocidos de las últimas décadas, un prestigio que se ha ganado por sus trabajos con Manu Chao, Sergent Garcia, Claude Nougaro, Jane Birkin, Feist o The Silencers, entre otros artistas. El tándem Bebe-Letang ha elaborado un trabajo inspirado, diferente, poderoso y de nuevo arriesgado, grabado en los estudios Ferber de París con músicos franceses.
El nuevo trabajo de Bebe es un disco de rock contemporáneo, de agresividad punki, que se mezcla con ese espíritu tradicional, casi ancestral, que tiene la voz y la actitud de la cantante extremeña para dar un nuevo sentido a la música popular a través de una permanente búsqueda de estímulos, de exploración de cosas diferentes. Esa furia y un nuevo aliento rock and roll marcan un álbum de búsqueda, de gran intensidad y fuerza interna que traen aire nuevo y fresco a la escena musical española, a la que nunca daña algo de peligro que amenace sus cimientos.
Este trabajo, además, es la continuación de una carrera que comenzó en 2004, con el archiconocido “malo, malo, malo eres; no se daña a quien se quiere. Tonto, tonto, tonto eres; no te pienses mejor que las mujeres”. Una canción contra la violencia machista y el maltrato que se convirtió en un éxito popular de dimensiones descomunales.
Era el primer single de su álbum de debut, ‘Pafuera telarañas’, y las canciones de Bebe no se andaban con tapujos: directas, poéticamente ricas y llamando al pan, pan y al vino, vino. Aparecía una artista singular, distinta, natural, capaz de llegar a la gente saltando por encima de las leyes del marketing. Independiente, dando siempre más importancia a la persona que a la artista y al éxito.
Con ‘Pafuera telarañas’, Bebe consiguió el Premio Ondas 2004 al Artista Revelación por, según el jurado, “haber triunfado reivindicando los derechos de la mujer a través de un estilo y un sonido muy personales”. Era su primer reconocimiento importante. Después llegaron muchos más para un álbum con cinco singles que fueron otros tantos éxitos: Malo, Ella, Con mis manos, Siempre me quedará y Como los olivos.
En 2005, Bebe ganó un Grammy Latino al Artista Revelación, tras haber sido nominada a otros cuatro galardones (Grabación del Año, Álbum del Año, Canción del Año y Mejor Álbum de Pop Femenino); y consiguió cuatro Premios de la Música (los más importantes que se otorgan en España) al Mejor Álbum Pop, Autor Revelación, Artista Revelación y Mejor Videoclip. Después llegaron el Premio Extremadura a la Creación, el Premio Mujer y Medios de Comunicación, o el premio ‘Border Breakers’ en 2006 por las ventas en Europa de su álbum de debut, entre otros.