Este fin de semana, los días 6 y 7 de febrero, se celebra en la localidad almeriense de Bacares la Fiesta del Romero, una fiesta donde el buen comer y beber acompañan a la alegría de este encuentro en el que los residentes en Bacares se juntan con sus paisanos emigrados a Cataluña hace más de treinta años. Una gran paella y un estofado popular son degustados por todos los asistentes, al ritmo de la banda municipal de música.
El primer fin de semana de febrero se celebra el Día del Romero en Bacares, fiesta que se viene realizando desde tiempos inmemorables coincidiendo con la Festividad de la Candelaria, el día 2 de febrero. Antiguamente este día las familias y amigos conmemoraban la festividad con una salida al campo, donde comían embutidos caseros, morcillas y chorizos asados acompañado de un buen vino de la tierra y dulces típicos del pueblo, como tortas de chicharro, roscos fritos, etc. Fue tanta la afluencia de gente entorno a este día de convivencia que llegó a compararse con una romería, lo cual ha derivado en el nombre que actualmente recibe la fiesta popular.
En la actualidad, concretamente desde al año 1995, la Fiesta del Romero, ha trascendido de ser un simple día en el campo, a celebrarse en la Plaza del Pueblo durante un fin de semana completo. Siempre se celebra el primer fin de semana del mes de febrero, para que coincida lo máximo posible con su día tradicionalmente festivo.
Esta Fiesta se ha convertido en un acontecimiento de toda la comarca, el Alto Almanzora, acudiendo a ella centenares de personas de los pueblos cercanos y e incluso de la provincia y capital, aprovechando dicha fecha para realizar un encuentro con familiares, amigos y paisanos que tuvieron que emigrar del municipio en la época que se cerraron las Minas de las Menas, aproximadamente en los años 60, a las localidades de Tarrasa y Sabadell, en la provincia de Barcelona.
Los paisanos procedentes de Cataluña asisten anualmente a la celebración en varios autocares, y son recibidos en la Plaza del pueblo por la Banda de Música ‘Asociación Músico Cultural Anacrusa’, diversos representantes del Ayuntamiento del municipio y sus paisanos residentes en Bacares. A la hora de la comida se reúnen todos en la plaza para comer una gran paella que los habitantes del pueblo cocinan.
Al día siguiente, el domingo, los paisanos de Cataluña preparan un gran estofado en la plaza, del que disfrutan todos los allí presentes. Al igual que el día anterior, la comida se hace muy entretenida. Por la tarde, todos se tienen que despedir de sus parientes y amigos, que se van con la ilusión de poder volver el próximo año. La banda del pueblo anima la despedida al son de pasodobles.