Ahora se vive una auténtica pasión por la cocina y la gastronomía. Los grandes chefs son ahora como las estrellas del rock de hace algunos años y cada vez más personas se animan a convertir su cocina en la de un restaurante Estrella Michelin. La alimentación y la preparación de los alimentos se consideran signos de evolución cultural y ahora se han desvelado nuevos datos sobre la cocina que practicaban las sociedades neolíticas que habitaron en el Estrecho de Gibraltar hace entre 7.000 y 5.000 años.
El estudio lo han realizado investigadores de las universidades de Cádiz y Autónoma de Barcelona, en colaboración con el British Museum, y se ha publicado en la revista Archaeological and Anthropological Sciences. En él se han empleado técnicas de análisis de residuos orgánicos en 29 vasijas de cerámica, provenientes los yacimientos arqueológicos de la Cueva de Benzú (Ceuta), el Campo de Hockey (San Fernando), La Esparragosa (Chiclana de la Frontera) y el yacimiento Set Parralejos (Vejer de la Frontera).
Qué se ha descubierto sobre la cocina de las sociedades neolíticas del Estrecho de Gibraltar
Los resultados de este estudio indicaron la presencia de hasta ocho restos diferentes de comida y otros productos en las vasijas cerámicas, incluyendo grasas de animales rumiantes y no rumiantes (cerdo), grasas lácteas de animales rumiantes, resinas de pino, plantas de tipo gramínea, una posible cera vegetal y dos tipos de residuos inéditos (que podrían ser pescado, en SET Parralejos, y gramíneas, en Benzú). Asimismo, los investigadores han podido determinar que las grasas de animales son los residuos de lípidos más comunes en la cerámica neolítica de la Europa sudoccidental, mientras que los productos vegetales son más diversos e infrecuentes.
“Durante los análisis nos sorprendió la gran variedad de alimentos preparados de distintas formas que había”, como explicó el doctor Adrián Breu, primer firmante del artículo. “Estudios similares en yacimientos neolíticos del norte de la Península Ibérica y en la costa mediterránea de África normalmente muestran una variedad culinaria menor”, añadió. “Además, el estudio de la cerámica de estos yacimientos ha supuesto un reto interpretativo, ya que algunos de los tipos de grasas que hemos encontrado eran hasta ahora inéditos como residuos arqueológicos”.
Qué desvelan los restos de alimentos hallados en los yacimientos
“Lo normal es encontrar grasas de rumiantes y no rumiantes, pero la diversidad de productos hallados en estos asentamientos neolíticos de la Bahía de Cádiz y Ceuta nos sugieren un uso muy intenso de la tecnología cerámica en el día a día de estas comunidades con objeto de cocinar y preparar alimentos, pero, quizás también, para preparar otros productos no alimenticios”, como señala Eduardo Vijande, profesor de Prehistoria de la Universidad de Cádiz y coautor del estudio.
Los productos encontrados en las vasijas cerámicas han proporcionado información de gran valor para conocer más sobre la dieta y las prácticas culinarias de estas sociedades neolíticas, pero también para conocer mejor sus creencias y ritos funerarios. Algunos de estos alimentos fueron utilizados en importantes enterramientos como ofrendas o para acompañar a los difuntos en su tránsito al más allá, lo que permite acercarse un poco más a la vida y la muerte de estas comunidades del pasado.
En estos trabajos han participado investigadores del grupo PAI-HUM-440 de la Universidad de Cádiz (Eduardo Vijande, José Ramos y Juan Jesús Cantillo), de la Universidad Autónoma de Barcelona (Adrià Breu, Pau Comes y Joan Villanueva) y del Museo Británico (Carl Heron).
De igual forma, las diversas analíticas realizadas han sido posibles gracias a los proyectos: ‘Analysis of prehistoric societies from the Middle Palaeolithic to the Late Neolithic at both sides of the Strait of Gibraltar: relations and contacts’, financiado por State Research Agency (SRA) y European Regional Development Fund (ERDF); ‘Análisis interdisciplinar para el conocimiento del poblamiento humano de la Bahía de Cadiz durante la Prehistoria Reciente (VI-II milenios A.N.E.)’, financiado por el Programa Operativo FEDER 2014-2020 y la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresa y Universidad de la Junta de Andalucía; el ‘SGR 1302 Grup de recerca en Arqueologia del Mediterrani i el Proper Orient (GRAMPO)’, de la Universidad Autónoma de Barcelona; el proyecto Benzú, autorizado por el Ministerio de Cultura y con la financiación de la Consejería de Cultura de la Ciudad de Ceuta; y las Becas de Formación de Profesorado Universitario, del Ministerio de Educación y Formación Profesional.