La Asociación ANSE ha constatado la reproducción de tortuga boba en las playas del Parque Regional de Calblanque, Monte de Las Cenizas y Peña del Águila, un hecho histórico, ya que nunca antes se había comprobado y existían dudas sobre las citas de reproducción de hace más de 100 años en La Manga. Así, a primera hora de este lunes, uno de los trabajadores del Servicio de Control de Vehículos a las playas de Calblanque alertaba sobre la existencia en Cala Arturo de huellas de entrada y salida de tortuga marina desde el mar a la playa, con indicios muy claros de posible construcción de un nido.
Hacía pocos días que se había producido un intento fallido de puesta en otra playa de Calblanque, y también habían habido otros intentos en 2017. Así que, cuando el técnico del Instituto Cavanilles (Univ. Valencia) confirmaba, tras examinar el terreno y comenzar la excavación, que se veían los primeros huevos, se produjo un estallido de júbilo y numerosos abrazos entre los presentes con ánimo de ayudar en lo que fuera posible (técnicos y responsables del Parque y de la Oisma, personal de control de accesos, responsables de la Consejería y Dirección General (consejero y directora), agentes medio ambientales, vigilantes de Protección Civil, personal del Centro de Recuperación de Fauna, técnico del Instituto Cavanilles y representantes de la AAVV de Las Cobaticas y director de ANSE entre otros). Tampoco faltaron las lágrimas en algunas personas.
Los conservacionistas llevaban años soñando con este momento. Han trabajado en la década de los 80 intentando aportar información sobre la mortalidad de tortugas marinas en barcos palangreros para buscar soluciones. Habían participado en diferentes proyectos de seguimiento de la tortuga boba en las costas del Sureste Ibérico, marcando numerosos animales y registrando multitud de avistamientos a bordo de nuestro velero Else. Habían visitado playas de puesta de diferentes especies de tortugas marinas en diversos lugares del planeta, y participado en programas de voluntariado para aprender el manejo de estos animales por si algún día se produjera alguna puesta. Habían confirmado a comienzos de siglo la presencia en nuestras aguas de machos adultos de tortuga boba, que hacían pensar que más pronto que tarde podrían comenzar a reproducirse. Y habían peleado durante muchos años por evitar la urbanización de la costa de Calblanque y de su entorno.
69 huevos han sido los depositados por la primera hembra de tortuga boba que utiliza estas playas para su reproducción. Dado el riesgo de pérdida de la puesta por su excesiva cercanía a la orilla, se ha decidido trasladar los huevos a un nuevo nido construido al pie de una pequeña duna, unas pocas decenas de metros más alejado de la zona límite del oleaje, donde se ha protegido provisionalmente contra la acción de los predadores y señalizado para evitar el acceso de los bañistas y de posibles daños.
Ahora quedan entorno a dos meses en los que se pretende establecer un servicio permanente de vigilancia durante 24 horas con la participación de personal del Parque y de la Oisma, así como de voluntarios de diferentes organizaciones como ANSE y la Asociación de Vecinos de Cobaticas-Las Jordana.
El sol se ocultaba tras el Cabezo de La Fuente cuando ha terminado el trabajo. Más de 30 años después de la puesta en marcha de una de las campañas más exitosas de ANSE y de las organizaciones de defensa de la naturaleza de la Región de Murcia, que evitó la destrucción de esta maravillosa porción de costa, Calblanque nos regalaba uno de nuestros más añorados sueños, los inicios de la reproducción de las grandes tortugas marinas….
Para ANSE, “ahora habrá otra razón poderosísima para que las personas que acceden al Parque comprendan que es necesario regular ciertos usos, pues las malas prácticas perjudican a una gran variedad de fauna, y también a otras personas. Y tenemos otra oportunidad de seguir soñando y trabajando, para garantizar el nacimiento de la mayor cantidad posible de tortuguitas y, porque no, de pelear por la vuelta de otras especies emblemáticas que convivieron entre nosotros casi hasta mitad del pasado siglo, como la foca monje, porque los sueños, sobre todo si se trabaja en ellos, pueden cumplirse, y la naturaleza suele ser muy agradecida”.
Barbos atrapados en el Azud de Manterola
Precisamente la semana pasada ANSE denunció que miles de barbos gitanos o del Sur (Luciobarbus sclateri) se encuentran atrapados en el Azud de Manterola, en pleno casco urbano de la ciudad de Murcia, ante la atónita mirada de los viandantes. Los peces intentan remontar el río sin éxito, probablemente buscando aguas más frescas y con mayor contenido en oxígeno.
Se da la circunstancia de que en dicho azud se propuso hace pocos años la ejecución de una escala para peces con fondos europeos en el marco del LIFE+SEGURARIVERLINK, pero la actuación fue descartada por la oposición de la Dirección General de Cultura por su afección al conjunto histórico del Malecón. Precisamente, este azud en desuso que alimentaba dos molinos a ambos lados del río es una de las primeras localidades en España donde se citó a principios del S. XX la necesidad de instalar un paso para peces.
Más de un siglo después la migración y movimientos del barbo sigue interrumpida, dificultando la recuperación de la especie.
Aunque ANSE medió entre ambas administraciones en diversas reuniones, y los responsables técnicos de la Confederación Hidrográfica del Segura plantearon diferentes alternativas para el proyecto, e incluso ofrecieron la posibilidad de restaurar uno de los molinos, los técnicos de la Comunidad Autónoma rechazaron la escala por su posible afección indirecta a un BIC.
La Asociación urge a las Administraciones implicadas para que se retome la ejecución de un paso para barbos y otras especies como la anguila europea en este azud, y que la medida de creación de escalas para peces se disemine al resto de la cuenca tal y como requería el proyecto europeo.