Andalucía alcanza el récord de casi 26.000 investigadores y técnicos dedicados a la I+D

Las subidas del 4% en personal y del 5,8% en gasto en investigación y desarrollo evidencian la tendencia alcista iniciada en 2019 y apoyada en la inversión pública de 308 millones.

Andalucía es la tercera región española con mayor número de personas dedicadas a actividades de investigación y desarrollo, alcanzando las 25.908 (equivalencia a jornada completa), entre investigadores y personal técnico y auxiliar. Ese dato representa una cifra récord, ya que nunca antes hubo tantos recursos humanos dedicados a actividades de investigación y desarrollo en la comunidad. Así lo evidencian los últimos datos -de 2020- aportados por el INE y analizados por la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades a través de un informe elaborado por la Agencia Andaluza del Conocimiento (AAC).

En ese ejercicio, este indicador aumentó un 4,17% respecto al año anterior, suponiendo el 11,18% del volumen total de investigadores en España. La mayoría del personal de I+D andaluz desempeña su labor en el sector público (68,63%), esencialmente en la universidad. No obstante, se observa una tendencia ascendente en los últimos años de personas vinculadas al ámbito privado, de forma que actualmente el 31,37% del total se ubica en este sector. La proporción es clara: la esfera pública aglutina a 3,14 investigadores por cada uno circunscrito a la de carácter privado.

En números absolutos, un total de 17.779 personas se dedican a tareas de investigación en el ámbito público (administración pública y enseñanza superior), frente a los 8.129 que lo hacen en el sector privado (empresas e instituciones privadas sin fines de lucro). Atendiendo a sectores de ejecución específicos, la enseñanza superior –fundamentalmente las universidades- concentra el 46,57% de ellos, seguida de las empresas (31,04%), la administración pública (22,06%) y las empresas e instituciones privadas sin fines de lucro (0,33%).

Los 25.908 investigadores, técnicos y auxiliares de Andalucía la sitúan solo por detrás de Madrid (35.711) y Cataluña (30.159). Si se relaciona personal de I+D y población activa, actualmente hay en la región casi siete investigadores por cada 1.000 habitantes, lo que supone también el mayor dato de la toda la serie histórica, tomando como punto de partida el año 1988, cuando había en la comunidad dos investigadores por cada 1.000 habitantes. Igualmente, hace dos décadas el sector privado andaluz únicamente contaba con 646 personas empleadas en este campo, mientras que hoy en día se contabilizan 8.128, lo que supone un 207% más.

Esta evolución favorable de los recursos humanos de I+D pone de manifiesto el buen comportamiento de la investigación de la región en los últimos tres años, que está sustentado, en gran medida, en el compromiso del Ejecutivo autonómico de reforzar y reactivar el sistema andaluz del conocimiento, después de casi una década en la que se han producido importantes caídas en este tipo de inversión, las más relevantes en los años 2012 y 2016, con descensos del 10,19% y del 7,9%, respectivamente.

Así, desde el inicio de la legislatura en 2019 hasta la actualidad, la I+D andaluza se ha beneficiado de una inyección económica que alcanza ya un montante de 308 millones de euros, a través de diversos programas de apoyo a la carrera investigadora, de impulso a proyectos de investigación y a la transferencia de conocimiento, o de fomento de los Campus de Excelencia Internacional existentes en la comunidad, verdaderos ecosistemas de impulso a la innovación.

Brecha de género

Al igual que ocurre en otros sectores de actividad, en Andalucía, el personal de I+D masculino supone el 59,44% con un total de 15.399 investigadores, mientras que el femenino representa el 40,56% (10.509). Este último únicamente supera al masculino en la administración pública, con un 52,1% de mujeres (2.976), frente al 47,9% de hombres (2.739).

En contraposición, en el sector privado solo el 29% de las personas dedicadas a I+D son mujeres.

Sector público, tractor de la inversión regional en I+D

Además del aumento de los recursos humanos dedicados a investigación en Andalucía, los últimos datos arrojados por el INE muestran una tendencia de crecimiento en la inversión en I+D, que alcanzó los 1.627,2 millones de euros en 2020, lo que supone un 5,8% más respecto al año anterior, el mayor incremento en la última década. Esta cifra coloca a la región en tercera posición a nivel nacional solo por detrás de Madrid y Cataluña. Dicha subida es, además, la mayor de las registradas en el conjunto de las comunidades españolas, seguida de las de Murcia (5,5%) y Comunidad de Madrid (3,7%). El incremento medio nacional se ha situado en el 1,3%, 4,5 puntos por debajo de la evolución andaluza. Esta subida registrada en 2020 mejora en casi dos puntos la evolución positiva cosechada también en 2019, cuando el gasto en I+D ascendió un 4%. Se trata, por tanto, de dos años consecutivos de ascensos.

En la actual legislatura, tomando como referencia 2019 y 2020, el gasto medio anual en I+D ha sido de 1.582,8 millones de euros, mientras que en la etapa anterior (de 2015 a 2018) este parámetro se situó en 1.434,6 millones, lo que implica 148 millones anuales de media más.

No obstante, cabe destacar que en Andalucía el esfuerzo inversor en investigación y desarrollo procede, mayoritariamente, del sector público (administración pública y enseñanza superior). Este ámbito continúa actuando como activo tractor de la inversión regional en I+D, aportando el 63,53% de los recursos invertidos (1.033,7 millones de euros) frente al 36,47% del ámbito privado (593,5 millones).

Esta distancia entre ambos sectores aleja a la comunidad de aquellos territorios con un desarrollo económico más avanzado, donde la financiación de este tipo de inversión proviene, principalmente, de las empresas, enfocándose la intervención pública como estimuladora de la misma.

En el diseño de la nueva Estrategia de Inversión, Desarrollo e Innovación de Andalucía (EIDIA), impulsada por Transformación Económica y a punto de ser aprobada, se ha tenido en cuenta este aspecto, incluyéndose medidas que aspiran a incrementar la inversión privada I+D hasta alcanzar el 55% del gasto regional.

Se espera que la nueva Estrategia, que tiene como marco temporal el año 2027, ayude a equiparar a Andalucía con las regiones con mayor aporte inversor en investigación y desarrollo por parte del sector privado, y también espera lograr que la región cuente con, al menos, 2.500 personas dedicadas a la I+D por cada millón de habitantes (actualmente esta cifra se sitúa en 1.780).

La EIDIA 2021-2027 sentará las bases de la política autonómica de I+D para los próximos siete años y sustituye al anterior Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI 2020). Entre sus objetivos está lograr los máximos niveles de excelencia científica en Andalucía, para lo cual apunta a políticas de estímulo que consigan impulsar las vocaciones científicas entre los jóvenes y estimular la actividad investigadora en las etapas más tempranas. Entre las metas marcadas en este ámbito, está el aumento y la mejora de la calidad de la producción científica, alcanzado la lectura de 255 tesis doctorales por cada millón de habitantes (el dato actual en Andalucía sitúa este indicador en 152).

El documento también recoge otros objetivos encaminados a elevar los niveles de transferencia de conocimiento en la región en 2027, entre ellos lograr que la actividad inventiva aumente hasta las 60 patentes por cada millón de habitantes (actualmente esta cifra se sitúa en 42), incrementar hasta un 60% el porcentaje de empresas en Andalucía que cooperan con universidades (este porcentaje se sitúa en el 34%), o conseguir un 9% de retorno en la financiación procedente de Horizonte Europa, el Programa Marco de I+D+I de la UE (el retorno andaluz del anterior Programa Marco fue del 6,2%).

La Estrategia también incluye entre sus programas el desarrollo de iniciativas en el marco de los planes complementarios de I+D+I lanzados por el Gobierno central dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que permitirán alinear la ejecución de fondos regionales, nacionales y europeos a través de programas conjuntos. De igual modo, se seguirá apostando firmemente por la formación, captación, incorporación y movilidad de los recursos humanos dedicados a la I+D+I, a través de convocatorias específicas que fomentarán la incorporación de personal investigador y tecnólogo de trayectoria internacional destacada y con capacidad de liderazgo.

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