Analistas Económicos de Andalucía prevé que la economía andaluzca crezca un 1,1 por ciento en 2014, con lo que la comunidad mejoraría en 0,2 puntos las crifras previstas a nivel nacional. Esta recuperación, sin embargo, no se verá reflejada en el empleo, que seguirá su tendencia negativa hasta alcanzar una tasa del 36,3 porciento de la población andaluza.
El estudio realizado por Unicaja describe que en el conjunto de 2013, el PIB andaluz registrará una caída del 1,3 porciento, muy similar a la estimada para el conjunto nacional. A pesar de ser datos negativos, las cifras mejoran en 0,3 puntos a las presentadas en verano, debido a la “mejora de la actividad económica con base a la información proporcionada por los indicadores adelantados”.
Analistas Económicos prevé un descenso de la actividad en todos los sectores, que serán todavía más acusado en el de la construcción, que caerá un 5,6 por ciento. En este contexto de caída general, el menor descenso se produciría en las actividades del sector servicios, que registraría una contracción anual del 0,4%, 0,2 p.p. superior a la contabilizada en 2012. Por lo que respecta a la demanda, se espera que el consumo de los hogares y las Administraciones Públicas (AA.PP.) se contraiga un 2,8% y un 2,5%, respectivamente, con decrementos más acusados para la inversión (-6,0%).
En materia de empleo, las previsiones apuntan a una caída del 3,2%, en el promedio de 2013, 0,3 p.p. inferior a la estimada en junio, debido a un comportamiento mejor de lo esperado en las ramas agrarias y en las vinculadas a los servicios. Desde el punto de vista sectorial, el mayor descenso volvería a corresponder al sector de la construcción (-20,3%), seguido de la industria, con un -5,3%. Esta caída del empleo vendría acompañada de un incremento del 5,1% en el número de parados, situándose la tasa de paro en el 36,5%.
Para 2014, Analistas Económicos de Andalucía prevé la reanudación de la senda de crecimiento de la economía andaluza, registrándose un crecimiento del PIB del 1,1%, 0,2 p.p. superior al crecimiento previsto para España. Este crecimiento estaría sustentado en un avance de la actividad de todos los sectores de producción, a excepción de la construcción que, aunque de forma más moderada, continuaría registrando tasas de variación anuales negativas, del -1,9%. La demanda regional continuaría aportando de forma negativa al crecimiento, si bien el consumo de los hogares recuperará paulatinamente el pulso, aumentando un 0,1% con respecto al ejercicio anterior.
En lo que respecta al mercado laboral, la disminución de la ocupación se situaría en el 0,3%, en el promedio del ejercicio, si bien en el segundo semestre del año aumentaría el empleo en términos netos. Esta evolución, junto a la reducción de la población activa, originará un descenso en el número de desempleados del 0,8%, situándose la tasa de paro en el 36,3%.