La Universidad de Almería ha elaborado el estudio Situación y Necesidades de Salud de la Comunidad Universitaria de la UAL (Estudio SALUD UAL 2021-22): Resultados y Propuestas de Actuación. Un documento que ha desvelado amenazas tan contundentes para los universitarios almerienses como una alimentación poco equilibrada, especialmente en estudiantes; un alto nivel de sedentarismo; escaso uso de métodos anticonceptivos en el 23% del alumnado; problemas con internet y juegos en línea. Datos que seguramente sean extrapolables al resto de universitarios de España.
Desde el Vicerrectorado de Deportes, Sostenibilidad y Universidad Saludable de la Universidad de Almería, tras el periodo de confinamiento estricto y las restricciones sanitarias más intensas por la pandemia de COVID-19, se consideró importante hacer una evaluación sobre diferentes aspectos del estado de salud de los miembros de la comunidad universitaria, tanto de estudiantes, como de trabajadoras y trabajadores (PAS y PDI).
Entre el 12 de octubre de 2021 y 1 de enero de 2022 se distribuyó a través de redes sociales y canales internos (listas de correo electrónico) de la Universidad de Almería un cuestionario en línea entre la comunidad universitaria. El tipo de muestreo fue casual/accidental, con un cuestionario diseñado y administrado mediante LimeSurvey y supervisado el doctor Jorge Ordóñez, en el que participaron 1.402 personas.
Cuáles son las principales amenazas para la salud de la comunidad universitaria de la UAL
El estudio sobre Situación y Necesidades de Salud de la Comunidad Universitaria de la UAL (Estudio SALUD UAL 2021-22): Resultados y Propuestas de Actuación permite identificar que las principales amenazas para la salud de la comunidad universitaria de la UAL están relacionadas con sus malos hábitos: alimentación poco equilibrada, especialmente en estudiantes; un alto nivel de sedentarismo; escaso uso de métodos anticonceptivos en el 23% del alumnado; problemas con internet y juegos en línea.
Qué objetivos se han perseguido con este estudio
Los objetivos de ese estudio han sido contar con información procedente de los miembros de la universidad sobre sus hábitos de salud y estado de salud, permitiendo ésta proponer y promover actuaciones preventivas y de atención en la dirección de mejorar la salud y el bienestar de los universitarios, dentro de las competencias de la propia universidad.
Por otro lado, se persigue conocer en qué medida los cambios académicos, laborales y sociales podrían estar afectando a los distintos colectivos y podrían influir en el funcionamiento general de la institución. Todo ello poniendo la atención y la intención en facilitar la transición a la normalidad, atendiendo las dificultades que pudieran aparecer.
Qué cuestiones se han planteado en el estudio sobre la salud en la UAL
Patricia Rocamora ha explicado que el cuestionario contenía “preguntas sociodemográficas y antropométricas; preguntas relacionadas con el estilo de vida (alimentación, ejercicio físico, actividades de ocio, consumo de drogas, apuestas y juegos de azar, uso de internet, sexualidad, hábitos de descanso); preguntas sobre salud (salud percibida y enfermedades) y, por último, preguntas sobre bienestar psicológico (satisfacción con la vida, percepción corporal, depresión, ansiedad y estrés, conducta suicida, valoración de necesidades de atención psicológica en el ámbito académico, información/ayuda, impacto de la pandemia, servicio de atención psicológica).”
Entre los resultados más destacados se encuentra la falta de una dieta equilibrada por la mayoría, especialmente por parte de los estudiantes que presentan un alto consumo en carne roja, en dulces y snacks, frente a un consumo por debajo de lo recomendado en frutas, verduras y pescado.
En cuanto al ocio, el estudio refleja que cada vez es más sedentario debido al uso de dispositivos móviles. Relacionado están con este punto los datos sobre las apuestas y juegos en línea. “Más de un 20 por ciento de los y las jóvenes universitarios realiza apuestas deportivas (18,2 por ciento de alumnas y un 24,7 por ciento de alumnos), más de un 12 por ciento juega en línea con dinero (18,2 por ciento de alumnas y 16,1 por ciento de alumnos) y más de un 12 por ciento juega en casino o salas de juego como mínimo una vez al mes (10,5 por ciento de alumnas y 15,4 por ciento de alumnos)”, ha destacado Rocamora.
Además, existe un problema creciente con el uso compulsivo de internet, siendo reconocido ya por parte del estudiantado.
En cuanto a la sexualidad, existe un dato preocupante: el 23 por ciento del estudiantado no usa métodos anticonceptivos. Las medidas anticonceptivas más frecuente son el preservativo (66 por ciento de alumnos y 50 por ciento de alumnas) y la píldora (22 por ciento de alumnas). La ‘Marcha atrás’ es la tercera más utilizada, especialmente entre los estudiantes hombres (8,6 por ciento). Sobre el consumo de alcohol, los datos son los siguientes: un 19,3 por ciento consume mínimo un día a la semana.
Para mejorar los hábitos de vida saludable y hacer frente a los problemas crecientes que está provocando internet, los juegos on-line, las apuestas, así como para llevar una vida sexual saludable, Patricia Rocamora, ha explicado que se irán desarrollando diferentes acciones, actividades y campañas formativas.
De los datos del apartado dedicado al bienestar psicológico se ha encargado Francisca López. Entre los más destacados se encuentra el hecho de que el 41,2% de los estudiantes padecen de ansiedad severa o extremadamente severa; el 25,9% presenta depresión severa o extremadamente severa y el 18,1%, estrés severo o extremadamente severo. Los datos son menos significativos en PAS y PDI. En cuanto a las áreas más afectadas durante el periodo de pandemia para los estudiantes fueron la mala condición en salud mental, la interrupción de rutinas diarias, la interrupción de metas y proyectos y el aislamiento social. Para PAS y PDI, la interrupción de rutinas diarias, la mala condición física y, el aislamiento social.
Para atender a las necesidades de atención psicológica de la comunidad universitaria con mayor rapidez, Francisca López, ha pedido que aumente el personal de la Unidad de Atención Psicológica de la UAL. “Somos sensibles a los problemas de salud mental, de hecho, la UAL es pionera en aprobar el primer protocolo universitario de prevención de la conducta suicida. Debemos generar cultura de dar importancia al bienestar psicológico, emocional y vital fomentando y facilitando que los entornos en los que nos desenvolvemos sean amables, donde los retos que se les pone al estudiantado y al personal sean asumibles y que en aquellas situaciones donde aparezca alguna dificultad se puedan poner en marcha los apoyos necesarios”.