Ayer se inaugura el curso de verano de la Universidad de Almería ‘Enología en la comarca vitivinícola Laujar-Alpujarra’, en el que varios expertos reflexionan sobre esta industria agroalimentaria que va ganando enteros en la provincia. Hace apenas quince años, hablar de una industria vitivinícola en la provincia era poco menos que un sueño. Hoy, por ejemplo, la comarca Laujar-Alpujarra concentra más del 67% del cultivo de uva de vinificación de la provincia. Casi un millón de kilos de uva tinta y 637 de uva blanca, que en las bodegas produjeron alrededor del 70% del vino elaborado en la provincia son datos que convierten a esta zona en la más importante de la provincia en producción de vino.
En este tiempo, el empeño de los productores vitivinícolas, que empezaron a experimentar con variedades nuevas y a introducir nuevos sistemas de cultivo, el panorama ha cambiado por completo. Ahora, los vinos de Almería se exportan a Estados Unidos, China, Canadá o Corea del Sur, reciben numerosos premios en certámenes internacionales y la mayor parte de las bodegas cuentan con el reconocimiento de Indicación Geográfica Protegida, un distintivo que viene a distinguir la calidad de los vinos de Almería, y que se une al reconocimiento de Vino de la Tierra de la Junta de Andalucía.
Los valores del vino ecológico
La producción de vino ecológico es uno negocio en auge, sin embargo, no siempre los consumidores saben apreciar la calidad de estos caldos, según afirmó José Ángel Navarro, ingeniero técnico agrícola y asesor de cultivos ecológicos de las cuatro bodegas de Almería que producen este tipo de vino.
Navarro ha participado en los cursos de verano de la Universidad de Almería, con una ponencia titulada “La cultura ecológica del vino: más que un sistema de producción” en el curso de verano sobre vino que ha comenzado hoy en Laujar. Ha explicado la reglamentación de ámbito europeo que contempla el no uso de productos químicos y el cultivo de variedades autóctonas, pero ha señalado que para hablar de vino ecológico “hay que referirse a más cosas”, contemplarlo de manera más amplia: desde cómo se trabaja a la manera de cuidarlo o el fomento de la agricultura dentro de un entorno rural.
Almería es, en la actualidad, junto con la provincia de Granada, la que tiene un mayor número de hectáreas dedicadas al cultivo ecológico de vino, alrededor de 250 hectáreas. Sin embargo, y a pesar de que la cifra pueda parecer elevada, este experto señala que la provincia está aún en “fase inicial” y que aquí “no se aprecia lo suficiente la calidad del vino ecológico”. “Se piensa que es un vino de segunda y lo que pretendemos es potenciar sus valores y venderlo como un vino de calidad. Que el consumidor sepa que es un producto de primera calidad, con futuro y por el que ha apostado la Unión Europa”, ha apuntado durante su charla.
José Ángel Navarro ha apuntado que el vino ecológico tiene que ser un vino con personalidad, con las características de la zona donde se produce. No puede ser, ha dicho, un caldo como un Rioja o un Ribera: “Se trata de un tipo de vino que tiene que tener el carácter propio de la zona, donde se aprecien las variedades autóctonas, el terreno, el clima”.
Almería todavía exporta una cantidad bastante pequeña porque solo hay cuatro bodegas de las casi 30 con las que cuenta la provincia que se dedican a lo ecológico. La más veterana es la bodega El Cortijo del Cura, que fue pionera a nivel nacional en conseguir un sello de calidad. Para Navarro, todavía “falta empuje para que la gente se de cuenta de que es un tipo de vino que hay que demandar por sus cualidades”.
El vino y la salud
El médico Ildefonso Barbero, con quince años de experiencia en charlas sanitarias en la televisión local ETV y una trayectoria de 39 como médico de familia, ha disertado esta tarde en la primera de las conferencias del curso de verano que sobre el vino ha comenzado hoy en Laujar sobre los usos del vino y los beneficios y daños que puede causar sobre el organismo si su consumo es excesivo.
Barbero ha comenzado su conferencia hablando de los inicios del vino y los usos a lo largo de la historia del hombre, haciendo especial hincapié en que el cultivo de la vid es la pervivencia de una cultura milenaria. Más avanzada la charla, este médico ha hablado a los alumnos (55 en total en este curso de verano) de los últimos descubrimientos que ha habido sobre los efectos beneficiosos del vino y sus efectos nocivos.
Según señalaba, el consumo excesivo puede acarrerar numerosos problemas, desde procesos agudos de embriaguez hasta el alcoholismo, que se presenta como una patología muy severa con muchos efectos para el individuo. Por ello, los expertos recomiendan no pasarse de los 40 gramos diarios, tres copas de un vino con una graduación alcohólica de 12 grados. “Es la cantidad correcta para que nos beneficiemos de todas las propiedades del vino y no perjudiquemos nuestro organismo”, ha afirmado Ildefonso Barbero.