Lo que me ha sorprendido es encontrar en Miami tanta gente que conocía Almería y, sobre todo, que la comparativa entre nuestra tierra y cualquier otra de las que he visitado a lo largo de estos años, me confirma que vivimos en el verdadero paraíso.
Acabando de llegar de un viaje a Miami, donde he participado en Miami Film Market, no he dejado la oportunidad de trasladar a muchos productores de Hollywood, Bollywood, España, Alemania y otros muchos países lo que significa el cine para nosotros, y para mi sorpresa somos muy conocidos. Debemos pensar que es muy fácil acceder al corazón de estos grandes gigantes de las pantallas mundiales a través de nuestra provincia, y ésta es una oportunidad para el desarrollo socioeconómico de nuestro territorio.
En una cena con PrashantShah, productor de Bollywood, y el productor español Marcos Campos, me di cuenta del cariño que despierta Almería, cuando entre las anécdotas del indio figuraban entre sus más memorables recuerdos el gran número de tapas que tomó una noche. “No podía más y Antonio Gázquez seguía poniendo comida”, decía en una risa contagiosa que le salía del alma y se amenizaba con la segunda botella de vino que pedíamos.
Es ahí, en la relación personal con estos mastodontes del cine, donde se crean las sinergias perfectas para atraer su atención hacia nuestra provincia, para convencerlos de que no solo somos paisaje, sino algo más, somos simpáticos, rigurosos, hospitalarios y, en definitiva, amigos.
Dos son las conclusiones que me traigo de Miami y que quiero compartir. En primer lugar, los almerienses debemos salir sin complejos y estar donde se encuentran las oportunidades de negocio, en una red de información globalizada donde Facebook y YouTube son referentes a la hora de saber quién es quién, y donde las relaciones personales se convierten ahora en el diferencial de calidad. Más que nunca no hay que estar en el meollo de las cosas nimias, sino centrarnos en lo importante, y lo importante ocurre fuera de Almería, para atraerlo hay que ir a buscarlo.
La segunda conclusión es que Almería es muy importante, es excepcionalmente importante. Debemos pensar que no somos un lugar más, ¡somos el paraíso!. Debemos desde la humildad asumir nuestro roll de líderes. Trabajar conjuntamente en corporativizar el destino Almería en la agricultura, en el turismo, en la piedra, en el cine, y convertir el ‘skyline’ de nuestra provincia, bien como indalo bien como costa de Almería, en un símbolo internacional de calidad en el medio ambiente, en la logística mediterránea, en la calidad del paisaje, en las horas de luz, en el clima, en las tradiciones y la singularidad, es decir, en un verdadero escenario cinematográfico universal.
La Alpujarra almeriense, cuyo Plan Turístico represento, también tiene su oportunidad en el sector del cine, aportando los paisajes de montaña que complementan al desierto y a las zonas costeras, permiten reconocer nuestra provincia como un continente para las localizaciones cinematográficas. Este concepto de equipo, a través de la coordinación de la deseada mesa del cine que impulsa la Cámara de Comercio es, sin duda, un paso que tras mi visita a Miami creo vital para la comercialización del destino.
Por este motivo, quién me iba a decir a mí, que veía aquellas películas de corrupción en Miami, Miami Beach y otras muchas, que Almería era popular en Miami.