Almansul llega a la Alcazaba de Almería

alcazaba de Almería

La Alcazaba se convierte en escenario teatral

La alcazaba de Almería se llena este agosto de buen teatro multicultural Durante los días 5, 6, 7, 12, 13 y 14 se representa en la Torre de la Vela la obra de Antonio Onettti en la que se narra la vida de una época, la andalusí, caracterizada según el autor, "por la integración de las culturas judía, cristian y musulmana".

La delegada provincial de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Ana Celia Soler en compañía de la directora artística, Choni, y los tres actores principales Jesús Herrera, Francisco Pardo y Ricardo Arqueros han sido los encargados de presentar la obra de teatro "Almasul leyenda de Al-Andalus", que se representará los días 5, 6, 7,12,13 y 14 de agosto en la Torre de la Vela de la Alcazaba de Almería. La entrada es libre hasta completar el aforo.

Para representar la obra se ha elegido el primer y cuarto acto que abarca el esplendor y la decadencia. Los ciudadanos podrán disfrutar de este obra teatral mozárabe en los patios de la reliquia almeriense en donde se ha aprovechado el espacio cultural y el marco en donde llevarla a cabo. A través de esta iniciativa se contribuye a divulgar la cultural de Al Ándalus así como el patrimonio histórico-artístico de la provincia almeriense. "Gracias a labores como éstas se fomenta la visita al patrimonio histórico de la ciudad, que se acerca a los ciudadanos", ha afirmado Choni. Ascensión Rodríguez es quien hace tres años se planteó la idea de trasladar esta obra del papel al teatro y así fue surgiendo la iniciativa de hacer un ciclo de actor contemporáneo.

 

La obra

Se trata de una fantasía orientalista que recrea las aventuras de un héroe mítico en un mundo de leyenda.  La acción tiene lugar en Maharani, una taifa lejana y soñada en el al-Andalus del s.XI. Un viejo narrador, sabedor de una y mil historias, cuenta la leyenda de Almasul. Por la magia del cuento se hace la luz sobre un oasis a las afuera de la ciudad de Maharani donde cristianos, musulmanes y judíos compartían la vida y  sus quehaceres en perfecta armonía bajo el mandato de los sabios Omeyas. El ataque de los Almorávides   transforma Maharani en un campo de batalla en el que el pueblo sucumbe bajo el peso de la codicia y la ignorancia. Como dice el narrador "esta guerra son todas las guerras, malditas guerras en nombre de Dios”.

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