La historia económica almeriense ha estado estrechamente vinculada a la evolución del Puerto de Almería. Los avances en el desarrollo económico estuvieron acompañados por mejoras en las infraestructuras portuarias, como en las épocas en las que el Puerto de la capital servía como puerta de salida para el mineral o para la uva de mesa, hasta que ha llegado, en los últimos años a convertirse en un puerto de pasajeros. Estos hechos y muchos datos más relacionados con la historia económica del puerto están recogidos en ‘El Puerto de Almería 1805-2008, una historia económica e institucional’.
El edificio del Varadero, en las instalaciones portuarias, fue el marco elegido para que el subsecretario del Ministerio de Fomento, Jesús Miranda; la presidenta de la Autoridad Portuaria de Almería, Trinidad Cabeo; el presidente de Cajamar, Antonio Pérez Lao; y Andrés Sánchez Picón, uno de los autores del libro, presentaran esta obra que pone el colofón a los actos de centenario del Puerto de Almería, que se desarrollaron a lo largo de 2008. Sí, el libro llega con dos años de retraso, una demora que se debe al importante y extenso trabajo de investigación desarrollado por los autores de la obra.
Esta obra es recoge la historia económica del Puerto de Almería desde un punto de vista científico, que aporta una gran cantidad de datos útiles para conocer la evolución de la actividad porturaria de forma rigurosa. Aunque este libro también tiene un carácter divulgativo, un apartado dedicado a conocer las historias humanas que rodearon al Puerto y la figura de muchos de los personajes que trabajaron en él. Así, esta obra permite varias lecturas, porque al tiempo que presenta el rigor científico es un trabajo ameno, capaz de llegar al gran público.
El libro parte de la necesidad de contar con un puerto que vio la burguesía de principios de 1800 y la decisión de ponerlo en marcha en 1805, para luego conectar con 1908, año en que el puerto tomó la forma que hoy día conserva. A partir de ahí, la obra entra en analizar el papel del Puerto de Almería como elemento de globalización.
