El juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, participó en la primera jornada del Curso de Verano de la Universidad de Almería, que se celebra en Purchena, titulado “‘Educación y justicia: programas de prevención en menores’. Durante su intervención, Calatayud afirmó que en la educación se ha pasado de un modelo autoritario a ser “esclavos de nuestros hijos”, en referencia al tránsito de la dictadura a la democracia.
Porque para este juez acostumbrado a ver a diario a chicos que comenten delitos, (“no a delincuentes, esos son apenas el 20 por ciento, los demás, la inmensa mayoría que llegan a mi juzgado, son chicos que comenten delitos”), en España, en cuanto a menores se refiere, no tenemos término medio: “De tener que estar en casa a las 10 porque lo decía uno, a otro que dice que sale a las 2 de la madrugada porque lo dice él”.
Calatayud ha bromeado con los presentes sobre la supuesta satisfacción que dan los hijos, “te quitas el problema cuando te mueres”, por lo que ha dicho no le gusta dar consejos sobre cómo educarlos pero sí ha mostrado un decálogo para convertir a un niño en delincuente: no poner normas, darle de todo, defenderle siempre ante los demás, profesores, vecinos, no darle educación espiritual, reírle las palabrotas…”Me niego a creer que hay niños que nacen malos”, ha afirmado.
Este juez de menores defiende a capa y espada la ley actual y las posibilidades que ofrece, “no todo es privación de libertad”, y gusta, sobre todo, de castigar ,“el que la hace la paga”, con medidas que obligan a los menores a realizar trabajos para la comunidad o a aprender a leer y escribir: “el año pasado condenamos a 21 chicos a que aprendieran a leer y escribir, es triste”. Dice que solo el 20 por ciento de los menores que pasan por el juzgado son delincuentes y que de estos la mitad se reinserta. “La otra mitad no y no es culpa de la ley”.
En cuanto al debate en torno a la ley del menor se pregunta Calatayud que pasará si los menores de 9 años empiezan a cometer delitos o cuantos años de privación de libertad queremos como sociedad para los pequeños, “porque un año en la vida de un chaval de 14 no es lo mismo que para un hombre de 30 y un adulto no suele estar en la cárcel más de 10 años, eso lo vemos a diario”.
Por último Emilio Calatayud ha pedido rigor informativo y que se destierre el mito de que un menor puede delinquir sin miedo porque no le va a pasar nada o que haga lo que haga no estará más de cinco años recluido. “Eso no es cierto, además ahora sentamos en el banquillo también a los padres, a los colegios, si el delito se comete en el centro, y a las comunidades autónomas si son menores acogidos”.
Como se ha podido ver, Purchena se ha convertido un año más en un municipio referente en cuanto al debate en torno a la situación de los menores. La localidad almeriense opta por especializarse y, por tercer año consecutivo, vuelve a dedicar un seminario a la reflexión sobre la situación de los menores en España. En esta ocasión, con el título “Educación y justicia: programas de prevención en menores”, expertos en esta materia, (algunos repiten cita), van a tratar de dar una visión global sobre lo que está ocurriendo hoy en día abordando cuestiones como el fracaso escolar, las adicciones, la aplicación de la ley del menor o el maltrato familiar.