Con una amplia trayectoria como fotógrafo y editor gráfico de varias de las revistas más importantes del país, Jordi Socías compartió su experiencia con un grupo de almerienses que no dudaron en acercarse al Museo de la Ciudad para conocer de primera mano los entresijos de la fotografía en una revista de gran tirada. Jordi Socías mostró parte de su trabajo y explicó, entre otras muchas cuestiones, que el trabajo de editor gráfico consiste en “conducir la mirada del espectador”.
Durante su intervención en la segunda sesión de las jornadas ‘Fotografía ¿de prensa?’, organizadas por el Centro Andaluz de la Fotografía (CAF), Jordi Socías defendió que las fotografías en la prensa deben establecer dos tipos de diálogo. Por un lado, las imágenes se deben corresponder entre sí, con juegos de miradas, con un diálogo entre los dos personajes que, por otro lado, establezca también una comunicación abierta con el lector.
Jordi Socías, que aseguró que se hizo editor porque era la única manera de que una revista incluyera las imágenes que a él le gustan, habló también de la calidad de las imágenes de prensa. Para él, este concepto no está tan relacionado con un buen enfoque o un buen número de píxeles, sino que para este editor gráfico la calidad de una foto viene definida por la capacidad de transmitir sensaciones, por la mirada del personaje, por su capacidad para comunicar.
Durante su participación en estas jornadas, Socías mostró una selección de algunos de sus trabajos en la prensa española, como los desarrollados en la época de los 80 en la revista Madrid Me Mata, una publicación atrevida que dio un gran protagonismo a sus imágenes y mostraba un diseño más que moderno para la época. Además, también hizo un repaso por su labor de edición en la publicación cultural El Europeo, una revista dedicada a grandes temas culturales en la que aparecían personajes de primer nivel internacional. Es esta revista, Socías no sólo se encargaba de la edición, sino que también era el autor de algunas de esas imágenes, en las que captaba la esencia del personaje y aportaba mucho más que un rostro o una persona, las imágenes transmitían una historia.
Lo mismo ocurre en sus trabajos para El País Semanal, donde ha logrado grandes hitos fotográficos, como el reportaje gráfico que narraba la caída de la bomba atómica en Hiroshima. En este reportaje, con sólo cinco fotos, Socías contó toda la historia: partió de una imagen de la bomba, seguida de otra en la que se veía el hongo provocado por la explosión; más adelante, un reloj parado a la hora del ataque y una fotografía de la destrucción provocada daban paso a la última imagen, donde se podía ver a los militares que lanzaron el artefacto.
Con esas cinco fotografías, el editor gráfico de El País Semanal resumió esta historia, la historia de la destrucción de Hiroshima, aparte de un gran documento gráfico, un ejemplo de cómo se puede contar una historia a base de imágenes, la esencia misma del fotoperiodismo y la edición gráfica.
Las jornadas ‘Fotografía ¿de prensa?’ continúan esta tarde con el fotoreportero Manuel Navía, que compartirá su experiencia con todos los asistentes al Museo de la Ciudad.