Veinticicinco años después de su puesta en operación comercial, la central térmica Litoral de Carboneras se ha apuntado al desarrollo sostenible. Tras de figurar durante muchos años como una de las centrales de producción eléctrica más contaminantes del país, la térmica de Carboneras ha decidido acabar con esa posición puntera en el ranking de las centrales contamiantes. Una planta desulfuradora será capaz de reducir en un 90 por ciento el volumen de gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera. Se trata de una nueva planta inaugurada el pasado mes de marzo por el subdelegado de Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, y que da un aire nuevo a este mastodonte de la energía, capaz de producir 1.159 megavatios.
Además de la nueva planta de desulfatación, Endesa, propietaria de la central térmica, está mostrando su compromiso con el medio ambiente y con la producción de una energías más limpia, por eso se encuentra ultimando un proyecto de investigación que terminará con la instalación de una planta de captura de dióxido de carbono a base de microalgas, un proyecto desarrollado en colaboración con la Universidad de Almería y que se probará en Carboneras. También en la línea del desarrollo sostenible y de la obtención de una energía más limpia se enmarca un nuevo proyecto de Endesa, la puesta en marcha de una instalación de energía termosolar con la última tecnología existente en el mercado, la generación de vapor directa. Son tres actuaciones con las que la eléctrica sella su compromiso de defensa del medio ambiente y marca la senda a seguir de cara a un futuro más sostenible, respetuoso con el medio ambiente y, por qué no, también libre de humos.
Planta de desulfuración
El sistema de desulfurización de los gases de escape, que se inauguró el pasado marzo, es un proceso húmedo con lechada de caliza, de un paso continuo, oxidación in-situ y recuperación de yeso. Es decir, que los gases resultantes de la quema del carbón pasan por este filtro de yeso, y es en este material donde quedan atrapadas las partículas contaminantes que antes se emitían libremente a la atmósfera. Básicamente, son partículas de azufre las que quedan atrapadas en la lechada caliza, que luego puede ser aprovechada para otros usos, ya que el proceso no queda ahí. Este material que atrapa las partículas contaminantes no se tira, sino que tiene un segundo uso, sirve para la construcción de piezas para construcción con base de yeso, como paredes u otras piezas construidas con este material.
Esta planta ya estaba instalada desde 2007, y fue el año pasado cuando se realizaron las primeras pruebas para comprobar su funcionamiento que, a la postre, ha resultado tan exitoso como los técnicos habían previsto. Ahora que se cumplen 25 años de la puesta en funcionamiento de la central térmica, se ha inaugurado la planta desulfuradora que adentra a la central en los parámetros de la energía limpia que exige la sociedad actual, más comprometida con el medio ambiente.
Y el esfuerzo de Endesa por contar con una planta de producción de electricidad más limpia no se ha limitado a la instalación de la planta desulfuradora. Una serie de mejoras introducidas en el proceso han logrado mejorar la eficiencia de la instalación. Dicho de otra manera, la Litoral de Carboneras es capaz ahora de producir la misma energía con un menor aporte de combustible, un menor gasto de carbón, que es la materia prima que emplea la planta para producir el calor necesario para hacer girar la turbina que, al final, es la que pondrán en la red los más de mil kilovatios de energía.
Esta mejora de la eficiencia ha sido posible gracias a la modernización del cuerpo de alta/media presión de la turbina de vapor principal en el grupo I. De esta forma, para producir la misma energía eléctrica se requiere un menor consumo de combustible y consecuentemente se reducen las emisiones de CO2. De hecho, tras las pruebas de funcionamiento realizadas con la nueva turbina, se espera evitar la emisión a la atmósfera de 100.000 toneladas anuales de dióxido de carbono para un régimen de trabajo habitual.
Por otro lado, Endesa está en pleno proceso de desarrollo de una nueva tecnología para atrapar CO2 basada en la acción de las microalgas, microorganismos que tienen un mejor acceso al dióxido de carbono, lo que las convierte en una solución natural para atrapar este gas que es uno de los principales causantes del efecto invernadero. El desarrollo de esta tecnología se está realizando en colaboración con la Universidad de Almería, y el resultado de esta investigación se probará en una aplicación industrial como la térmica de Carboneras.
Y el esfuerzo de Endesa por hacer más limpio el proceso de producción de energía no se queda ahí, sino que tiene horizontes más elevados relacionados con las energías renovables, ya que la eléctrica se encuentra en pleno proceso de desarrollo de una planta solar térmica para la producción de energía eléctrica que empleará una de las técnicas más novedosas, la generación de vapor directa, un proceso empleado en las plantas de colectores cilindro parabólicos que sustituye el aceite caloportador que recibe la energía recogida por los colectores por vapor de agua, una solución tecnológica que mejora la eficacia, evita las pérdidas de calor y reduce el coste de la instalación.
Estas acciones encaminadas a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero harán que la Central Térmica Litoral se despoje del dudoso honor de ser unas de las centrales más contaminantes del país, al tiempo que presenta a Endesa como una empresa comprometida con el desarrollo sostenible, que apuesta por las energías renovables y que se compromete con el entorno en el que está instalada, justo al lado del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.