El espectáculo ha comenzado. La iShares Cup, la competición de catamaranes más importante del mundo, ha celebrado este mediodía sus primeras regatas, unas mangas no puntuables para la competición, y que han servido para que las tripulaciones reconozcan el terreno y muestren la espectacularidad de esta modalidad deportiva. La iShares Cup reúne hasta el lunes a diez catamaranes de útlima generación capaces de alcanzar los 70 kilómetros por hora, en una competición dura y muy cercana al público, ya que las regatas se pueden ver a simple vista desde el muelle del Puerto de Almería. A partir de las 15 horas del sábado arrancará la competición.
Las primeras mangas de exhibición han comenzado a las tres de la tarde, una hora ideal para la navegación porque es a partir de esa hora cuando no se suelen producir cambios significativos en la dirección del viento. Con un Poniente flojo, las embarcaciones han surcado las aguas interiores del puerto en unas mangas en las que se ha podido conocer la emoción que rodea la prueba, y donde aficioandos a la vela y curiosos han conocido la tecnología punta aplicada a la navegación.
Y es que los catamaranes participantes en la iShares Cup son obras de la más avanzada ingeniería naval. Con un casco construido, casi en su totalidad, en fibra de carbono, unas velas desproporcionadas para su tamaño, y un diseño pensado para planear sobre el agua, estos catamaranes son piezas únicas capaces de alcanzar velocidades de vértigo en el agua. Aunque no todo iba a ser bueno, tanta ligereza y esa capcidad para navegar a altas velocidades las convierten en embarcaciones muy inestables, en las que el más mínimo error de cálculo puede suponer un vuelco.
Por suerte para los competidores la tarde ha sido tranquila, aunque sí se han podido ver las impresionantes inclinadas de los catamaranes y a su tripulación corriendo de un lado a otro del barco para hacer contrapeso y evitar un gran susto. La sensación dentro de un catamarán es impresionante. Lo primero que se siente nada más subir a uno es una extraña sensación de libertad. El hecho de que el ‘suelo’ sea una red hace parecer a sus tripulantes que están directamente sobre el mar. Esa sensación se acrecienta a medida que el barco va tomando velocidad y comienza a saltar agua a la zona donde se sitúa la tripulación.
Esta competición se desarrolla a escasa distancia de la orilla y se puede ver a simple vista desde el muelle del puerto. Estos barcos carecen de quilla lo que les permite poder navegar en aguas poco profundas y estar muy cerca del público, lo que la hace aún más emocionante.
La iShares Cup celebra en Almería la última prueba de su calendario y aquí se puede decidir la victoria final en la clasificación final, así que la entrega de los competidores va a ser máxima. La competición comienza en la tarde del sábado, a partir de las 15 horas, y continuará hasta el lunes.
