La adquisición de competencias relacionadas con aspectos emocionales y habilidades de comunicación cobra especial relevancia en el grado en Enfermería. Manejar la comunicación, tanto la verbal como la no verbal, con una persona que tiene un problema de salud mental o adquirir la habilidad para hablar con la familia de una persona en situación de últimos días, son destrezas imprescindibles para los profesionales sanitarios y una necesidad de la que son conscientes sus docentes, además de adquirir los conocimientos teóricos y técnicos. Para preparar a los futuros profesionales sanitarios en estas destrezas, profesorado del grado de Enfermería de la Universidad de Alicante, con el apoyo del Decanato de la Facultad de Ciencias de la Salud, ha puesto en marcha por vez primera un programa de simulación de situaciones reales para adquirir habilidades de comunicación, útil para entrenar al alumnado en estas habilidades. Este proyecto de innovación docente, denominado “Programa de simulación de alta fidelidad para la adquisición de habilidades de comunicación en alumnado de cuarto del grado de Enfermería”, ha sido desarrollado con el apoyo del programa Redes de Investigación en Docencia Universitaria.
A lo largo de este curso académico se ha implementado esta metodología docente centrada en la adquisición de habilidades de comunicación eficaces, donde se ha incorporado al paciente estandarizado, representado por actores profesionales entrenados para simular a un paciente de manera realista en diferentes escenarios. Hasta ahora el Departamento de Enfermería venía haciendo simulación de alta fidelidad con maniquís inteligentes con los que se practicaban habilidades técnicas. Con ello, se amplía la oferta que desde la Facultad de Ciencias de la Salud se viene implementando en otras asignaturas del grado de Enfermería para la adquisición de habilidades técnicas a través de simulación de alta fidelidad, con maniquíes inteligentes.
Participa la totalidad del alumnado de cuarto curso del grado de Enfermería en el periodo lectivo 2019-2020 matriculado en las asignaturas de Enfermería Comunitaria, Salud Mental, Psiquiatría y Ética y en la de Cuidados de Enfermería en la Cronicidad, Dependencia, Geriatría y Cuidados Paliativos. En total son doscientos participantes, divididos en doce grupos, que se enfrentan a doce situaciones reales diferentes, seis por asignatura. “Cada grupo participa en cuatro situaciones y observa otras ocho”, explica la profesora Silvia Escribano Cubas.
Junto con esta docente, intervienen de forma activa en el proyecto Rocío Juliá Sanchis; María José Cabañero Martínez; Sofía García Sanjuan; Eva Gabaldón Bravo; Juana Perpiñá Galvañ; José Ramón Martínez Riera; José Vidal Andreu; Lidia Martínez López; Francisco Moltó Abad y María Luisa Ruiz Miralles, proyecto incluido en las Memorias del Programa de REDES-I3CE de calidad, innovación e investigación en docencia universitaria. Convocatoria 2018-19, elaborado por el Instituto de Ciencias de la Educación (ICE) de la UA, “Acciones educativas dirigidas al diseño de escenarios de simulación de alta fidelidad en el cuarto curso del Grado de Enfermería”.
La profesora Escribano explica que “necesitamos entrenar otro tipo de habilidades que requieren del factor humano. Como se viene haciendo en otros centros, es necesario la incorporación de actores, porque con maniquíes no sería posible entrenar este tipo de habilidades”.
Como se refleja en la memoria del programa de REDES-I3CE, la simulación se realiza en tres partes claramente diferenciadas. La primera de ellas consiste en la preparación a la simulación; aquí se organizan los grupos, las dinámicas de grupo, generando un entorno conocido y seguro. La segunda parte consiste en la ejecución de la propia simulación; se representan doce situaciones diferentes de entrenamiento, de las cuales seis de ellas son para cada una de las asignaturas. La utilización de la escena simulada posee múltiples ventajas, como es el entrenamiento en un entorno sin riesgo para el paciente, la repetición hasta alcanzar el nivel de aprendizaje óptimo o el hecho de favorecer el análisis crítico y la reflexión.
“El debriefing es la tercera y parte más importante a nivel de aprendizaje, donde el alumnado reflexiona sobre cómo ha manejado la situación y qué herramientas podría introducir para mejorar el desempeño de la situación (la escena) que se les ha planteado vivir”, asegura la profesora Escribano. El profesorado acompaña al alumnado en su reflexión sobre la gestión de las emociones y el desempeño en sus habilidades. Como continúa explicando, “para que el conjunto del proceso estuviera estandarizado, todo el profesorado se ha formado previamente en común”. La simulación es evaluada por los docentes y los estudiantes, tanto las habilidades de comunicación verbal como las de comunicación no verbal.
Este mes de enero los profesores participantes van a evaluar la experiencia práctica, con la que se espera que el alumnado haya adquirido mayor competencia en habilidades de comunicación.