La resistencia desarrollada a los antibióticos genera 250.000 muertes al año, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud. El uso incorrecto o abusivo de los antibióticos hace que estos pierdan su eficacia con el riesgo para la salud que esto supone. Este viernes, 17 de noviembre, la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Almería, miembro del grupo de trabajo del Plan Nacional frente a la resistencia a los antibióticos, perteneciente a la Agencia española de Medicamentos y Productos Sanitarios del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ha organizado una mesa redonda para abordar esta problemática.
El acto, enmarcado en la ‘Semana mundial sobre la concienciación del uso de antibióticos’, se ha celebrado en la sala de Grados del Aulario IV y ha contado con la participación de profesionales del Complejo hospitalario Torrecárdenas y del Colegio Oficial de Farmacéuticos: Mª Ángeles Esteban Moreno, especialista de Medicina Interna del Complejo Hospitalario Torrecárdenas; Justa López García, enfermera y coordinadora de Calidad del Complejo Hospitalario Torrecárdenas; y Emilio García Jiménez, farmacéutico y vocal de docencia e investigación Colegio de Farmacéuticos de Almería.
En la mesa redonda se ha hablado de la necesidad de pedir siempre asesoramiento a un profesional antes de la toma de antibióticos. Los datos hablan por sí mismos; un informe de la Organización Mundial de la Salud revela una grave falta de nuevos antibióticos en fase de desarrollo para combatir la creciente amenaza de la resistencia a los antimicrobianos.
Por ello, desde la OMS hablan de la necesidad urgente de aumentar la inversión en investigación y desarrollo para luchar con las infecciones resistentes a los antibióticos, entre ellas la tuberculosis. Y alerta del riesgo de volver a los tiempos en que la gente temía contraer infecciones habituales y ponía en riesgo su vida si se sometía a intervenciones quirúrgicas sencillas, tal y como señala Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
La OMS ha identificado 12 clases de patógenos prioritarios –algunos de ellos causantes de infecciones frecuentes como la neumonía o las infecciones en las vías urinarias– que son cada vez más resistentes a los antibióticos existentes y requieren con urgencia nuevos tratamientos.
En el informe se mencionan 51 nuevos antibióticos y biofármacos en desarrollo clínico que se podrían utilizar para tratar infecciones causadas por los patógenos resistentes a los antibióticos más prioritarios, además de la tuberculosis y las enfermedades diarreicas ocasionadas por Clostridium difficile, que pueden ser mortales. Sin embargo, solo ocho de estas moléculas con potencial terapéutico han sido clasificadas por la OMS como tratamientos innovadores que ofrecerán alternativas válidas al actual arsenal de antibióticos.