Los agujeros negros, especialmente los supermasivos que se encuentran en los centros de las galaxias, son conocidos por su capacidad de atrapar todo lo que cruza su horizonte de eventos, el límite a partir del cual nada, ni siquiera la luz, puede escapar. Este fenómeno convierte a los agujeros negros en los objetos más oscuros y enigmáticos del universo. Sin embargo, un nuevo instrumento puede ser clave para iluminarlos para la ciencia y desentrañar algunos de sus misterios.
Alrededor de estos agujeros negros se forma un disco de acreción, una estructura compuesta por gas y polvo que cae en espiral hacia el núcleo galáctico. Este material, al ser acelerado por la enorme gravedad del agujero negro, se calienta a temperaturas extremas, lo que provoca que emita luz en diversas longitudes de onda, desde las ondas de radio hasta los rayos X. Esta emisión es crucial para los astrónomos, ya que les permite medir la masa del agujero negro, su posición exacta y la tasa de acreción; es decir, la cantidad de materia que atraviesa el horizonte de eventos por año.
Pero el viaje de la luz no termina ahí. Existe otro obstáculo importante que interactúa con esta luz: un toroide de gas y polvo que envuelve a los agujeros negros supermasivos. Esta estructura, que inicialmente se pensó que tenía forma de dona, es opaca y oculta la luz emitida por el material que está siendo absorbido por el agujero negro. A medida que la luz trata de escapar de la atracción gravitacional del agujero negro, calienta las partículas de polvo en el toroide, haciendo que estas brillen en el rango del infrarrojo cercano. Este tipo de radiación no es visible para el ojo humano, pero es esencial para estudiar las propiedades físicas del polvo y la estructura del toroide.
Qué instrumento podría ayudar a desvelar el misterio de los agujeros negros
El instrumento que podría ayudar a desentrañar los misterios de los agujeros negros y entenderlos mejor es el programa NIRDust. Gaia Gaspar, investigadora del Observatorio Astronómico de Córdoba (Argentina), destaca que “en nuestro grupo de investigación del Medio Interestelar y Galaxias desarrollamos el software llamado NIRDust para medir estas temperaturas y mapear la distribución del polvo interestelar. NIRDust nos permite modelar y entender mejor las propiedades físicas del polvo, proporcionando información valiosa sobre cómo interactúa con la radiación emitida por el material en el disco de acreción”.
La importancia de NIRDust radica en su capacidad para modelar la emisión de polvo caliente alrededor de núcleos galácticos activos (AGN) de tipo 2. Este software utiliza espectros en el infrarrojo cercano (alrededor de 2.2 μm) para medir la temperatura del polvo cercano a los agujeros negros supermasivos.
El programa ha sido probado tanto con espectros sintéticos como reales, demostrando su precisión y capacidad para caracterizar las incertidumbres asociadas a las mediciones.
Cómo funciona el instrumento
El código realiza un ajuste del espectro en la región nuclear de la galaxia para separar dos componentes principales: la contribución de las estrellas y la del polvo caliente. Este proceso es clave en galaxias AGN oscurecidas, donde no es posible observar directamente el agujero negro supermasivo. A partir de la pendiente del espectro, NIRDust ajusta un modelo que permite calcular la temperatura del polvo. Repitiendo este ajuste en espectros tomados a distintas distancias del núcleo galáctico, es posible medir cómo varía esa temperatura en función de la distancia.
NIRDust fue aplicado exitosamente en galaxias activas cercanas como NGC 4945 y NGC 6300, revelando temperaturas de polvo superiores a los 800 grados Celsius en regiones alejadas del núcleo galáctico. Estos hallazgos fueron posibles gracias a la alta resolución espacial de los telescopios Gemini Norte y Sur,y al análisis detallado proporcionado por NIRDust.
“Por ejemplo, en NGC 4945, se detectó polvo a temperaturas de 827 grados Celsius a una distancia de hasta 80 parsecs del núcleo, una extensión mucho mayor de lo esperado si solo fuera calentado por el disco de acreción” agrega la investigadora principal de este trabajo.
En NGC 6300, la detección de polvo a 927 grados Celsius a 27 parsecs del núcleo fue acompañada por la identificación de una línea de emisión de azufre, lo que sugiere que la luz del agujero negro está calentando directamente este polvo.
Qué otros usos se le ha dado a la aplicación
Además, el programa ha sido utilizado para analizar los espectros de la galaxia NGC 5128 (Centaurus A), confirmando temperaturas del polvo en torno a los 920-970 utilizando datos del telescopio Gemini y comparándolos con resultados previos de otros estudios. Los resultados obtenidos con NIRDust son consistentes con mediciones anteriores y subrayan la importancia de este tipo de herramientas para la astronomía moderna.
Estos estudios no solo proporcionan una visión más detallada de las regiones circundantes a los agujeros negros, sino que también abren nuevas preguntas sobre la naturaleza del polvo interestelar y su interacción con los procesos extremos que ocurren en los centros galácticos.
La capacidad de NIRDust para descomponer la luz infrarroja y mapear la distribución del polvo es un avance significativo en nuestra comprensión de estos misteriosos objetos y su papel en la evolución de las galaxias.
Así, el Observatorio Astronómico de Córdoba, a través de herramientas innovadoras como NIRDust, continúa contribuyendo al entendimiento de los fenómenos más extremos del universo, desentrañando los secretos de los agujeros negros supermasivos y su influencia en el cosmos que nos rodea.