Cuando en el año 2001 el alcalde de Oria defendió la apertura de un Centro de Menores en el municipio, la hasta entonces pacífica convivencia vecinal se quebró por completo. Quienes defendían que la instalación de aquel centro no podría generar perjuicios para el pueblo se encontraron con una oposición tan radical que, como recordaba ayer el alcalde de esta localidad, José Pérez, generó tal conflictividad social que sólo faltó que corriera la sangre.
“Aquello enfrentó a padres con hijos, a hermanos con hermanos, a amigos de toda la vida. Y se llevó a mucha gente por delante. Los beneficios para el pueblo de Oria de aquella decisión política han sido muchos; las pérdidas, también, sobre todo de personas. Mucha gente cayó por el camino, pero las consecuencias de aquella valiente decisión política cambiaron la faz de esta comarca y el tiempo ha terminado poniendo las cosas en su sitio. Desde ese lodo se fundó, basado en el respeto, el rigor y el trabajo, un proyecto que ha tenido continuidad en toda la comarca”, apuntaba Pérez, que ha agradecido públicamente, con palabras muy afectuosas, el esfuerzo que en su día hizo Bartolomé Sánchez, hoy alcalde honorífico de Oria, impulsor del centro de menores.
“El tema de los menores se percibió como un riesgo y se ha revelado como una gran oportunidad”, señalaba, igualmente, el alcalde de Purchena, Juan Miguel Tortosa, que afirmaba que por cada chaval que se atiende en estos centros se crean dos puestos de trabajo en la zona. Como él, el resto de los alcaldes de la comarca –los de Tíjola, Urrácal, Olula del Río y Lúcar, que hoy han participado en la mesa redonda previa a la clausura de este Curso de Verano-, han señalado los beneficios que ha supuesto para la zona la apertura de estos centros.
Por su parte, el senador Diego Asensio, portavoz de la comisión de Justicia del Senado, apuntaba en la conferencia que ha impartido en la sesión de clausura de este seminario que la prevención debe ser abordada siempre en menores de una manera “prioritaria” y con “amplitud de miras”. “En Andalucía y en Almería se está haciendo un gran trabajo en la educación de los menores infractores. La labor que realizan los profesionales de estos centros es digna de elogio”.
Asensio apuntaba también que según los datos de que dispone la Administración, entre el 70 y el 80 por ciento de los jóvenes que ingresa en un centro de menores no vuelve a delinquir. “Legislar en materia de menores siempre es complejo, pero en España tenemos una ley justa y efectiva. La Ley del Menor es buena y efectiva, como también lo es debatir en torno a ella. Lo que no se puede hacer es tirar por la borda todo el trabajo que se ha hecho a golpe de titular escabroso”, decía.
Purchena es ya un verdadero referente andaluz en el análisis de las medidas que se han de adoptar para prevenir la delincuencia juvenil, medidas de reinserción y reeducación que tienen en esta comarca un espejo en el que se debe mirar el conjunto de provincias de la comunidad autónoma”.
Luis Carlos Nieto García, juez del Juzgado de Menores de Ávila y codirector del Curso de Verano señalaba, a modo de conclusiones, que frente a la opción punitiva, la opción reinsertadora se revela como la más eficaz, puesto que se ha comprobado que las políticas punitivas no contribuyen a reducir “nada” las tasas de delincuencia juvenil. ¿Cuáles son los factores que sí incrementan la delincuencia entre los jóvenes? Principalmente, el incremento de la pobreza, el fracaso escolar y la ruptura en el ámbito familiar. “La principal conclusión que podemos obtener es que desde aquí hemos lanzado un mensaje distinto al que sale en los medios, el populismo punitivo. Desde 2003 la delincuencia juvenil no ha aumentado. Estamos en unos niveles muy aceptables. ¿Por qué cambiar las cosas si la Ley está funcionando? Lo que habrá que hacer, en todo caso, será mejorarla”, destacaba.
En el curso han participado más de medio centenar de participantes que tras la clausura del acto por parte del rector de la Universidad de Almería, Pedro Molina, han recibido sus diplomas y certificados de asistencia.
