El Laboratorio de Contaminación Atmosférica (LCA) de la Universidad Miguel Hernández (UMH) ha iniciado la campaña de medidas de dióxido de nitrógeno (NO2) en Elche como parte del convenio con el Ayuntamiento para evaluar la calidad del aire. Los investigadores del LCA han instalado unos cincuenta dispositivos en el casco urbano y los alrededores de Elche para medir la concentración de dióxido de nitrógeno en el aire. Los resultados de la investigación permitirán identificar las zonas más contaminadas de la ciudad.
Los dispositivos de muestreo, llamados captadores pasivos, se han colocado en farolas y postes cerca de las espiras de control del tráfico que el Ayuntamiento de Elche utiliza para saber cuántos coches circulan por un punto de la ciudad. Los captadores recogen el dióxido de nitrógeno presente en el aire. De esta manera, los investigadores podrán asociar la concentración de NO2 al tráfico de vehículos y establecer la relación de ambos con el entramado urbano.
Aproximadamente en una semana, los captadores se llevarán al laboratorio de la UMH donde se realizarán los análisis químicos que permitirán obtener las concentraciones de NO2. Los investigadores plasmarán los datos obtenidos en mapas de distribución de NO2 donde se puedan apreciar las zonas con mayor concentración del gas contaminante.
El NO2 se genera en la combustión de carburantes fósiles, afecta a la salud de las personas y contribuye al cambio climático, por lo que su medida se utiliza como indicador de la calidad del aire en ciudades. La Organización Mundial de la Salud ha establecido el valor guía para proteger al público de los efectos negativos del NO2 en 40 μg/m3 de media anual. Durante la campaña llevada a cabo en 2007 y 2008, los investigadores determinaron que los niveles de NO2 eran superiores a este valor en ciertas zonas de la ciudad de Elche, principalmente en algunos puntos al oeste de la ciudad y en la Calle Vicente Blasco Ibáñez.
El investigador del Laboratorio de Contaminación Atmosférica Javier Crespo Mira es el responsable de los trabajos, llevados a cabo dentro del Convenio sobre calidad del aire urbano (AIR-ELX), suscrito entre la UMH y el Ayuntamiento de Elche. Ambas entidades financian esta iniciativa para evaluar la calidad del aire urbano, una herramienta clave para la gestión medioambiental que el Ayuntamiento enmarca en su plan estratégico Elx 2030 para hacer del municipio una “Ciudad Verde”.