Los almerienses ha visto cómo la tranquilidad del caluroso lunes se veía interrumpida, pasadas las 13 horas, cuando se ha sentido un temblor de 4,3 grados en la escala de Richter. Este terremoto, con epicentro en el norte del Mar de Alborán, es sólo uno de los 40 microterrmotos que han sacudido el litoral almeriense en las últimas doce horas.
Según datos del Servicio Unificado de Emergencias 112, el epicentro del seísmo que se ha sentido en Almería queda situado a 17 millas náuticas al sur de la costa de Cabo de Gata. El mismo servicio de emergencias ha informado que no se han registrado daños personales o materiales.
Roquetas, Huércal de Almería y la capital han sido los puntos que más han sentido el movimiento sísmico aunque, por suerte, todo ha quedado en un susto y en unas miradas cómplices que denotaban el miedo del momento.
Entre la cuarentena de terremotos que detalla el Instituto Geográfico Nacional (IGN) con profundidad “superficial”, destacan tres seísmos de intensidad II, que oscilan entre los 2.8 y los 2.9 grados en la escala Richter y que se produjeron entre las 03,54 y las 11,18 horas. El terremoto de 4.3 grados, de intensidad III, se registró a las 12,41 horas y, de momento, tiene cinco réplicas de 1.9 y 2.2 grados.
ACTIVIDAD “NORMAL” EN EL MAR DE ALBORÁN
Según explicó a Europa Press el jefe del Área de Geofísica del IGN, José Manuel Martínez, esta actividad es “normal” en Golfo de Almería y, en concreto, en el Mar de Alborán aunque, como peculiaridad, destacó que esta serie comenzó con pequeños movimientos y picos hasta alcanzar un terremoto más alto a diferencia de las que se produjeron en los años 1993 y 1994, donde primero se desencadenó el de mayor magnitud.
Martínez explicó que el reajuste entre las placas tectónicas entre el borde africano y el euroasiático, con ramificaciones en el sur de España y “un milímetro al año de movimiento”, genera con “bastante normalidad” este tipo de seísmos. En esta línea aseguró que, pese a llegar a los 4,3 grados en la escala de Ritcher, la intensidad ha sido como máximo de III en el centro urbano de Almería y las barriadas de La Cañada y El Alquián. La última serie fue en 2008.
La profundidad a la que se generan “no llega a dos kilómetros”, según precisó, hace que se sientan por la población “muy poco” y que “prácticamente” no produzcan daños ni personales ni materiales. Esta tendencia no se repite en la otra orilla, en el litoral frente a la ciudad Alhucemas (Marruecos) con una incidencia sísmica mayor en los últimos cien años y donde en 2004 un terremoto causó cientos de victimas mortales.