Els Joglars celebra su medio siglo de existencia con un viaje en el tiempo hasta el año 2036, cuando la compañía celebraría su 75 aniversario, en ‘Omena-G’, la última propuesta de la compañía dirigida por Albert Boadella llena de sarcasmo y autocrítica. La cita es este sábado en el Auditorio de Roquetas de Mar.
Para este 50 aniversario, que se cumple en 2011, lejos de echar la vista atrás, Albert Boadella da un salto de 25 años hacia el futuro construyendo lo que se podría llamar un “anti homenaje”: imaginemos que en 2036, en el 75 aniversario, se realiza un acto de homenaje a la compañía. ¿Qué será de Els Joglars por aquel entonces? ¿Vivirán aún los actores? ¿Y el director? ¿Qué harán? ¿Cómo será la sociedad en 2036? ¿Qué será de todos nosotros?
El sarcasmo que Els Joglars ha destinado a los demás a lo largo de su historia, ahora también lo aplican sobre ellos mismos sin contemplaciones. La sinopsis es muy sencilla: en el año 2036 una importante entidad bancaria del momento, junto a unas relevantes empresas, patrocinan el homenaje a los supervivientes de la que fue en el pasado una insigne compañía de cómicos que viven en el desvencijado “Hogar del Artista”. El homenaje está conducido por unos jóvenes artistas del año 2036, cuya relación con los viejos cómicos pone de relieve mundos muy divergentes.
Els Joglars se lanzan así a la compleja pirueta de narrar lo divertida que resulta la propia tragedia si conseguimos aceptarla con humor. Para ello, no hay que rechazar la crueldad en igual proporción a la ternura. El payaso que imita al niño es el humor blanco y el que imita al viejo es el humor negro. Su representación se llama tragicomedia.
El resultado es una obra cruel, divertida, tierna, sarcástica y sin restricciones interpretada por el habitual equipo artístico de Els Joglars: Jesús Agelet, (31 años en Joglars) Ramón Fontseré (27), Pilar Sáenz, (23), Jordi Costa, (31), Minnie Marx (17), Xavier Sais (7), Dolors Tuneu (13) y Lluis Olivé (5) con dramaturgia, espacio escénico y dirección de Albert Boadella.
