La presencia de numeroso público, que llenó por completo la Sala de Grados de Ciencias de la Salud en la Universidad de Almería, se ha convertido este viernes en una muestra del rechazo de la comunidad universitaria contra la violencia de género. Allí se ha celebrado un acto institucional contra este problema con la presencia de la vicerrectora de Estudiantes y Empleo de la UAL, también delegada del rector para la Igualdad de Género, Maribel Ramírez, y la participación de Rosa Casado, directora de la Unidad para la Igualdad de la Universidad de Sevilla, y María Jesús Cala, profesora de la Facultad de Psicología de dicha universidad además de experta en materia de igualdad y violencia de género.
Ramírez, que ha dejado clara su convicción personal además de la profesional “en esta lucha tan necesaria como inquietante”, se ha visto emocionada ante la abrumadora respuesta a un acto que ha sido coorganizado también por varios estudiantes de la UAL. Todos los ámbitos para llevarla a cabo son importantes, pero el de la educación es primordial: “Todas las medidas legales, todas las campañas bienintencionadas, todos los medios económicos o humanos comprometidos en la lucha contra el sexismo machista no serán suficientes; la única herramienta que nos garantiza el poder alcanzar el reto de la igualdad real es la educación”. Para ponerla en marcha Ramírez ha definido dos tareas a realizar: “Fomentar encuentros que nos permitan aprender de profesionales que trabajan en otra comunidad universitaria para realizar propuestas realistas y eficaces, y por supuesto trasladar todo lo aquí aprendido a las aulas”.
La delegada del rector ha hablado de “visibilizar realidades que aparecen distorsionadas, cuando no completamente invisibles”, con la convicción de “formar a nuestro alumnado para que sea capaz de afrontar los grandes retos que plantea la sociedad en la que vive, siendo el sexismo uno de ellos”. Preocupada por “las consecuencias que acarrea, como las cifras actuales de violencia de género que nos aterran”, ha dicho, “debemos actuar ya, de forma inmediata, para erradicar todo tipo de machismo y violencia”, ha sentenciado. En ese sentido, es satisfactorio que la UAL “apuesta por incluir la lucha de género en todos sus ámbitos de conocimiento, pues este tema debe ser transversal a cualquier disciplina”. No solo es conocimiento académico, sino “valores”.
Rosa Casado ha explicado precisamente “el porqué de que en la universidad se tenga en cuenta esta lucha en dos sentidos, institucionalmente, de dónde viene la preocupación y la creación de Unidades de Igualdad, y por otro lado apoyado en cifras que hay de violencia contra las mujeres en las universidades, que son pequeñitas sociedades dentro de la sociedad en general y tienen los mismos índices de violencia, así que estar en la universidad no implica ser igualitario ni por tener mayor nivel académico las mujeres estén libres de sufrir violencia”. María Jesús Cala ha añadido a “hacer visible que también se da en el ámbito universitario” el deseo de hacer “una universidad comprometida socialmente, con gente que realmente se posiciona y actúa ante la violencia, ya que no posicionarte es permitir que se perpetúe”. Así, “de lo que se trata es de formar a la gente para que aprenda a detectarlo y aprenda a intervenir”, sabiendo que la universidad “tiene efecto multiplicador porque forma a profesionales que van luego a distintos ámbitos”.
Cala ha afirmado que “la formación que reciben la llevan ‘en la mochila’ y trabajan de una forma mejor una vez que aprenden a ver la violencia, a detectarla, a conocer los recursos… no porque se acabe la formación van a dejar de utilizar esos contenidos y conocimientos, que deben aplicar a lo largo de su vida profesional y personal”. Casado ha recordado que “lo lógico sería empezar desde infantil a trabajar los temas de igualdad, porque hay muchos sesgos, cómo se van contando las cosas, como que en Primaria la mayoría sean maestras mujeres y quienes ejercen la dirección sean hombres, eso lo ven los niños y no hace falta que nadie se lo explique, aprendiendo desde pequeños que para poder llegar a ser jefe hay que ser hombre; después las universidades tienen una estructura bastante jerárquica y patriarcal; estamos deconstruyendo todo eso, pero se necesita tiempo”. Cala ha añadido que “es una cuestión transversal más allá del ámbito educativo, como el de los medios de comunicación, con información redundante en sentido desigualitario”. No se han olvidado de la bajada de matriculación en las carreras tecnológicas y científicas.