Geógrafos de la UGR proponen una nueva metodología para la clasificación del paisaje

El nuevo modelo de clasificación utiliza una pirámide taxonómica.

Un equipo de geógrafos encabezado por el profesor del Departamento de Análisis Geográfico Regional y Geografía Física de la Universidad de Granada, José Gómez Zotano, ha propuesto una nueva metodología de clasificación del paisaje que ayude a mejorar la evaluación de la riqueza paisajística española, a implementar la participación ciudadana y a garantizar la adecuada protección del entorno.

El método propuesto en este trabajo de investigación se denomina Pirámide Taxonómica del Paisaje, una herramienta geográfica que permite incorporar el paisaje a instrumentos cuya aplicación se ejerce a distintos niveles de integración espacial (ordenación del territorio, protección del patrimonio natural y cultural), y requiere diversos modos de participación social.

Según explica el profesor Gómez Zotano, “percibir homogeneidades y jerarquías ayuda a ordenar el conocimiento. Organizar el paisaje en niveles de intervención facilita la acción pública sobre el mismo, es decir, su protección, gestión y ordenación”.

La propia tarea clasificatoria que propone este trabajo implica una laboriosa ordenación de las diversas formas y funciones del paisaje, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

José Gómez Zotano valora positivamente las propuestas de clasificación del paisaje que han desarrollado las diferentes administraciones en España durante los últimos años, como el “Atlas de los Paisajes de España” publicado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente; o el manual “Marco conceptual y metodológico para los paisajes españoles. Aplicación a tres escalas espaciales” del Centro de Estudios Paisaje y Territorio de Andalucía.

Sin embargo, Gómez Zotano advierte de que “apenas ha habido una implementación real de la práctica paisajística en la planificación territorial a escala local, comarcal y regional de nuestro país, debido fundamentalmente a los problemas presupuestarios derivados de la crisis económica”.

A nivel técnico, la identificación y caracterización del paisaje propuesta por los investigadores se apoya en un procedimiento general e integrado fundamentado en la ciencia geográfica, ya que se trata de una clasificación abierta, jerarquizada, excluyente y natural. 

El estudio utiliza como ejemplo el paisaje de Sierra Morena.

El método se centra en el concepto de carácter paisajístico de la metodología británica del Landscape Character Assessment (LCA), basado en un patrón diferenciable y reconocible de elementos que se presentan de forma consistente en un espacio o ámbito determinado, es decir, que lo hacen diferente respecto a otro.

Se entiende el paisaje como una comunión entre personas y lugar, ofreciendo una respuesta práctica a la zonificación paisajística a través del análisis sistemático de características naturales y sociales. Así se posibilita una articulación de áreas y tipos.

La zonificación resultante alterna el principio de concreción localizadora (cada área es un ámbito con un nombre) con el de tipificación abstracta (cada tipo es un conjunto de rasgos de carácter que se manifiesta en distintos ámbitos). La distinción entre lo espacial y lo temático no es nueva: “las áreas suelen tener cierto arraigo y reconocimiento socio-cultural, a menudo revelado por la existencia de un topónimo alusivo, mientras que los tipos surgen por síntesis o inducción, reflejando las influencias o factores dominantes en el paisaje”, detalla el profesor Gómez Zotano.

Dicha propuesta de clasificación se muestra como una estructura piramidal que trata de reforzar la metodología respecto a la modularidad (capacidad del modelo para adecuarse a diferentes escalas territoriales, así como para ordenarlas jerárquicamente entre sí), y el estudio de las dinámicas, ofreciendo nuevas aportaciones sobre el anidamiento de áreas y tipos.

Este estudio geográfico, publicado en la revista Landscape Research, utiliza Sierra Morena (Andalucía) como ejemplo clave de la investigación, dado que ofrece una amplia diversidad de contextos paisajísticos. Es un ámbito espacial extenso (abarca las provincias de Huelva, Sevilla, Córdoba y Jaén), en el que confluyen elevados valores eco-culturales y paisajísticos. Además, sus paisajes están sometidos a fuertes presiones territoriales (urbanización, construcción de infraestructuras, abandono rural, actividad cinegética, incendios forestales…) que son extrapolables a otros ámbitos espaciales.

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