Zanjada la polémica surgida tras la primera restauración deficitaria del Mausoleo de Abla y después de haber acometido una segunda intervención para recuperar el aspecto original de este monumento de origen romano, la Consejería de Cultura ha organizado una jornada divulgativa centrada en esta pieza arquitectónica, dirigida a los vecinos de Abla y a los del resto de la provincia.
La actividad dará comienzo a las 17.00 horas en el Ayuntamiento de Abla y contará con la participación de la delegada provincial de Cultura en Almería, Yolanda Callejón, el alcalde de Abla, José Manuel Ortiz, y el arquitecto encargado de redactar y dirigir el proyecto de rehabilitación, Jesús Basterra. Al término de la sesión, está previsto que los asistentes realicen una visita al inmueble.
Las obras de restauración concluyeron a finales de 2009 y han contado con un presupuesto global de 435.042 euros, que ha sido sufragado íntegramente por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. El proyecto ha sido ejecutado por la empresa Construcciones Manuela Velázquez de Castro y ha posibilitado la recuperación de uno de los elementos más singulares de nuestro patrimonio, vestigio en Almería de la época romana.
El Mausoleo de Abla es una construcción turriforme en mampostería, techada en bóveda de arista, fechada en el siglo II d.C. Su ubicación estratégica a la entrada de la población responde al uso funerario que le han atribuido diversos estudios. Su estructura es representativa de la época, porque permitía ser visualizada por el viajero que se acercaba a caballo hasta este punto del camino, crucial por ser la entrada al antiguo núcleo llamado Colada del Moral. La construcción cuenta con un espacio interior de reducido tamaño -3,70 x 3,70 metros cuadrados-, que albergaba una cripta y una pequeña sala utilizada para el ritual funerario.
En el exterior, el resultado de la intervención logra el equilibrio entre la reconstrucción arquitectónica y la restauración del material original, que dota al Monumento de una lógica temporal e histórica. Así, lo más reciente se muestra cubierto, como interpretación de los sillares modulados de piedra marmórea descubiertos en los vestigios históricos, y en contraposición con lo más antiguo que se muestra desgastado; esto último, respetando escrupulosamente las escasas pátinas que han perdurado a través del tiempo, y en otro caso, la masa del ‘opus caementicium’ (hormigón romano) cuando la pátina histórica hubiese desaparecido.
En el interior, se han restaurado la cripta y la sala para el ritual, que permite un pequeño acceso a visitantes, desde el que divisar la cámara funeraria, mediante una trampilla de vidrio situada en el suelo. Asimismo, se ha instalado iluminación ornamental tanto en el exterior como en interior del inmueble. Por último, se han colocado unos paneles explicativos con datos históricos y se ha puesto en valor el entorno del Monumento, en la entrada al núcleo urbano.
Los hallazgos arqueológicos revelados durante el transcurso de la obra adjudicada inicialmente urgieron su modificación, a fin de mejorar la interpretación histórica y restituir su forma originaria, lo que obligó a solicitar la prórroga del plazo de ejecución y a aumentar su presupuesto inicial, que finalmente ascendió a 435.000 euros. Callejón ha concluido que “el proyecto ha sido complejo, pero el resultado final no sólo nos garantiza su conservación en el futuro, sino que también nos proporciona una mejor lectura e interpretación de esta construcción funeraria de la época romana”.
