Las reservas de aguas en los embalses apenas superan el 30% en el conjunto del país. En cuencas como la del Segura el nivel no supera el 13%. Y la falta de precipitaciones ha llevado a que los acuíferos, la reservas subterráneas, se encuentren en buena medida sobreexplotados.
La sequía que vive este país desde 2014, y muy especialmente la región Sureste, está superando todas las previsiones y pone al límite no ya solo los sistemas de producción agrícola, sino también el abastecimiento de la propia población.ACUÍFERO DEL RÍO AGUAS EN EL TRIBUNAL DE BONN
La cuarta sesión del Tribunal Internacional por los Derechos de la Naturaleza de Bonn dictó y publicó una sentencia contra la sobreexplotación del Acuífero Aguas y el expolio de tierras y recursos hídricos en el Río Aguas, Almería.
En el transcurso de dos días, 53 personas de 19 países, hablando más de 7 idiomas, presentaron casos sobre violaciones cometidas contra los derechos de la Naturaleza. De los siete casos tratados, el expolio del Acuífero Aguas fue el único caso español denunciado ante el Tribunal. El juez Cormac Cullinan, famoso abogado ambientalista, fue el encargado de supervisar dicho caso y comunicar el fallo del Tribunal.
El Tribunal consideró “que de persistir la extracción de aguas subterráneas más rápido de lo que puede reponerse y privar a las comunidades autóctonas del recurso agua que las nutren, viola los derechos de los sistemas ecológicos de Almería y viola los Derechos Humanos de los habitantes locales, incluidos los derechos de las generaciones futuras”. El Tribunal también determinó que la administración responsable de la gestión del agua, las explotaciones superintensivas de olivar, las personas involucradas en la autorización de la sobreexplotación de los recursos no han cumplido con sus obligaciones en virtud de la Declaración Universal de los Derechos de la Naturaleza y garantizar que la búsqueda del bienestar humano contribuya al bienestar del Planeta, ahora y en el futuro, y deben tomar medidas inmediatas para detener la extracción de aguas subterráneas y permitir que los ecosistemas se recuperen.”
La Plataforma en Defensa del Acuífero del Río de Aguas y Acuíferos Vivos llevaron el caso a este tribunal.
Falta de lluvias y sobreexplotación de acuíferos
La falta de lluvias es evidente y se constituye en la principal causa de la falta de recursos hídricos, sin embargo no es el único factor a tener en cuenta. Esta zona de la Península Ibérica está habituada a convivir con sequías cíclicas, sin embargo no ha aprendido a convivir con los pocos recursos que tiene, para apostar por un modelo en el que falta planificación y que ha convertido a una de las regiones más secas de Europa en la huerta del continente. Es una paradoja difícil de asumir pero, al mismo tiempo, la agricultura del Sureste se erige como un motor de desarrollo económico y social fundamental en este entorno.
Ante esta situación, ¿qué soluciones se plantean para mantener el modelo y conciliar los intereses económicos con la sostenibilidad ambiental? Pues ciertamente es complicado y no hay remedios mágicos, por desgracia. Pero sí una fórmula que expertos como el director del grupo de investigación de Recursos Hídricos y Geología Ambiental de la Universidad de Almería, José María Calaforra, no se cansan de pedir. Este experto habla de planificación, de conciliar los intereses de la población con los recursos existentes. Y habla incluso de repensar si es posible mantener o aumentar la superficie de regadío actual.
¿Un exceso de superficie de regadío?
“La alternativa es la planificación, si no puedes poner más cultivo en regadío no lo hagas. La Ley de Aguas tiene una cadencia, en primer lugar, el agua urbana; en segundo, agua ecológica; en tercero, la agricultura. Y esa cadencia se salta”, explica José María Calaforra.
Este investigador de la Universidad de Almería lleva varios años al frente de Acuíferos Vivos, una plataforma que denuncia la sobreexplotación de las reservas de agua subterráneas y que tiene el foco puesto en la defensa del acuífero del Manantial del Río Aguas, ubicado en el Paraje Natural Karst en Yesos de Sorbas, en la provincia de Almería. Este caso es, posiblemente, uno de los más paradigmáticos de la apuesta por una agricultura insostenible.
El acuífero más sobreexplotado de Andalucía
Se trata de un acuífero que ya en 2010 estaba sobreexplotado a un 300%, según estudios realizados en 2010 por el Instituto Geológico y Minero de España. Hace siete años se extraían del orden de 16 hm3 al año, cuando el nivel de recarga era solamente de 5,6. Y la situación en la actualidad es peor, dice José María Calaforra, debido a la instalación, hace unos tres años, de una explotación de olivar superintensiva en un espacio del Desierto de Tabernas, donde hasta ese momento solamente había almendros, un cultivo tradicional y de secano, que puede aguantar los rigores del clima árido de la zona.
La presión que esta explotación olivarera ejerce sobre el acuífero lo está llevando a su límite, hasta el punto de que, según este investigador de la Universidad de Almería, se puede pensar en su esquilmación en un plazo de cinco años. “La situación se ha producido por una planificación que, aunque esté en el papel, es como si no estuviera. Continuamente se está diciendo que el acuífero está en mal estado, pero no se aportan las herramientas ni ningún plan de recuperación. La Administración [en este caso, la Junta de Andalucía] está dando la posibilidad de explotar recursos muy por encima de lo que el acuífero permite”.
Sanción ejemplarizante por extracción irregular de agua
Recientemente, y a partir de denuncias presentadas por Acuíferos Vivos, la Junta de Andalucía ha sancionado a Castillo de Tabernas, una explotación olivarera ubicada en el desierto almeriense. Esta productora de aceites ‘premium’ tendrá que pagar una multa de 450.000 euros e indemnizar a la Administración con 1,1 millones, por las extracciones de agua irregulares de tres pozos llevadas a cabo, que se sepa, desde 2012. La Administración andaluza estima que esta explotación agrícola ha extraído de manera irregular 4,64 millones de metros cúbicos los tres sondeos irregulares, “más de cuatro veces el volumen anual máximo de extracción que correspondería al aprovechamiento en caso de que hubiera autorización”, explica la Junta de Andalucía.
La agricultura es señalada por los expertos como la causa principal de la sobreexplotación de los acuíferos. Sin embargo, no se les puede pedir a los agricultores que sean los que busquen la solución al problema, ya que esta labor debe ser llevada a cabo por la administración competente.EL AGUA DESALADA ES MUY CARA
La desalación se presenta como el último recurso para paliar los problemas de escasez. La costa sur y este mediterránea cuenta con una red de desaladoras y desalobradoras capaces de hacer frente a situación de emergencia como la que se está viviendo este año, con una sequía arrastrada desde 2014.
Sin embargo, este agua no resulta sostenible ni desde un punto de vista económico ni tampoco ambiental. El coste del metro cúbico de agua desalada está estimado en un euro, un precio prohibitivo para su uso en agricultura.
El Plan Hidrológico Nacional de 2001 y el programa AGUA, en 2004, apostaron fuertemente por la desalación para garantizar las demandas urbanas, turísticas e incluso agrícolas.
El pinchazo de la burbuja inmobiliaria ha llevado a tener “un exceso de oferta de agua desalinizada y unas plantas sobredimensionadas, con capacidades de producción muy superiores a las que se precisarían incluso para hacer frente a situaciones de intensa sequía”, según opina el investigador de la Universidad de Alicante, Antonio Manuel Rico Amorós.
“Aprendemos muy despacio. No se le puede pedir a la sociedad a que tome la iniciativa. La debe tomar la administración, porque los agricultores y los usuarios usarán el agua mientras no se le pongan límites”, dice el hidrogeólogo del CSIC y la Universidad de Granada, Antonio Castillo, que lidera el proyecto Conoce tus fuentes, una plataforma digital en la que los usuarios pueden registrar fuentes, nacimientos de agua y manantiales y que se ha convertido en una herramienta de gran interés para la divulgación de la riqueza hídrica de Andalucía.
Se multiplica la demanda de agua
La realidad es que se han multiplicado las demandas de agua de unas décadas a esta parte. Un ejemplo, la provincia de Jaén, olivarera por excelencia, donde desde hace unos veinte años se comenzó a instalar regadío en los olivos, en un cultivo de secano, para asegurar un cierto volumen de producción. Todo esto lleva a introducir el concepto de “sequía hidrológica”, según Antonio Castillo, que hace referencia a un aumento de la demanda tal que, aunque vengan años con un volumen de lluvia normal, los recursos hídricos siguen siendo deficitarios. “Y habría que preguntarse si tenemos la superficie de regadío que podemos permitirnos”, dice este investigador de la Universidad de Granada.
Ahora se están tomando cartas en el asunto y se están dando los primeros pasos para un plan serio de recuperación de acuíferos. El pasado noviembre se presentó en Almería un plan para la recuperación del acuífero del Poniente, una gran masa de agua que se esconde bajo la Sierra de Gádor y es la que ha permitido el desarrollo de la agricultura intensiva en el Campo de Dalías, donde hay unas 20.000 hectáreas de terreno lleno de invernaderos.
Recuperación del acuífero del Poniente
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, presentaron junto a autoridades locales y la Junta Central de Usuarios del Poniente un sistema para la desalobración de agua de la Balsa del Sapo, ubicada la localidad de Las Norias, núcleo urbano dependiente de El Ejido. Esta masa de agua es fruto de las filtraciones de los invernaderos de la parte alta de la zona y de la extracción de arena para acondicionar el suelo de los invernaderos. Y, al mismo tiempo se ha convertido en una amenaza para la población y las explotaciones agrícolas de la zona, debido a sus continuas subidas de nivel, que inundaban las fincas colindantes. Hasta ahora, el agua salobre que le sobraba a la Balsa era conducida al mar, y se perdía un recurso muy valioso para la agricultura de la zona.
Este plan prevé el tratamiento de estas aguas con energía solar, un proyecto pionero en España, que permitirá dejar de extraer del acuífero hasta 6 hm3 al año. Los agricultores podrán disponer de un agua casi pura, gracias a un proceso de ósmosis vertical, que reducirá de 5 a tan solo 0,3 gramos la presencia de sales por litro.
Desde Acuíferos Vivos se ha elogiado el plan para recuperar el acuífero del Poniente, que se declaró sobreexplotado en 1986. Además, reclama que la Junta de Andalucía elabore un plan de recuperación para todos los acuíferos en mal estado de la provincia de Almería.
Acuíferos en riesgo de desaparecer
La situación de las reservas subterráneas del Sureste puede calificarse casi como de catastrófica y, lo peor de todo, es que en situaciones de sequía como la actual, los acuíferos son casi los únicos recursos disponibles para el regadío, ya que los niveles de aguas superficiales en embalses están en mínimos históricos y los trasvases que han dado vida a zonas como Murcia, Almería y Alicante se han tenido que interrumpir.
Y la agricultura necesita soluciones y fórmulas que permitan hacer frente a situaciones de sequía como ésta, que tal y como describen los modelos de cambio climático, van a ser más frecuentes y virulentas. En este sentido se hace un llamamiento a la solidaridad entre cuencas, para llevar el excedente de agua de las zonas donde sobra a las que lo necesitan, como es el caso del Sureste. Un firme defensor de estas medidas es el catedrático del Departamento de Geografía de la Universidad de Murcia, José María Gómez Espín, que advierte de las pérdidas económicas que traerá este año la sequía a la Región de Murcia, donde, según sus estimaciones, se ha plantado solamente la mitad del terreno de regadío disponible y se ha apostado por productos de ciclos más cortos. “La sequía y la falta de agua se va a traducir en que vamos a perder clientes, porque no vamos a poder dar respuesta a la demanda. Vamos a perder mano de obra y son consecuencias desde el punto de vista socioeconómico muy importantes”.
Gómez Espín considera que el del curso medio del Tajo podría desviarse agua a las zonas que lo necesitan, ya que hay un excedente de 1.500 hm3 sobre lo estipulado con Portugal en el Tratado de Albufeira. “La idea no es quitarle el agua a nadie, el agua es patrimonio de todos y por lo tanto hay que hacer un buen uso de ella. Y en los lugares en los que sobre, a través de las estructuras adecuadas llevar a donde se necesite, porque lo que no podemos cambiar es el clima. En el Sureste hay unas condiciones fabulosas para el cultivo de hortícolas y frutas enorme que no se puede desaprovechar”.
RENOVABLES PARA DESALACIÓN
Almería quiere crear una industria sostenible dedicada a la desalación de agua. Y para ello, pone sobre la mesa la escasez de recursos hídricos de la provincia y la experiencia en el desarrollo de tecnologías renovables de la Plataforma Solar de Almería, el Centro de Investigación en Energía Solar (CIESOL).
La iniciativa ha sido impulsada por la Confederación de Empresarios de Almería (ASEMPAL), que solicitará una Inversión Territorial Integrada, fondos procedentes de la Comisión Europea destinados a iniciativas innovadoras.
Este plan llevaría aparejadas unas ayudas que podrían alcanzar los 200 millones de euros, y que servirían para el desarrollo de una industria para la desalación de agua a precios competitivos, de manera que pueda ser utilizada en sectores como la agricultura, habitualmente amenazada por la escasez de recursos. Uniría el potencial solar de Almería y la tecnología de última generación que se está desarrollando en los centros del consorcio.
Trasvases para recargar acuíferos
La cuenca del Segura es una de las que están sufriendo esta sequía con mayor intensidad. De forma estructural, tiene un déficit hídrico de 480 hm3, pero este año de sequía éste se ha elevado hasta 700 u 800 hm3, dice José María Gómez Espín, debido a la interrupción de los trasvases que habitualmente surten de agua para los regadíos en esta zona. Las transferencias de Tajo-Segura se cortaron en mayo, y en septiembre lo hicieron las del trasvase Negratín-Almanzora. “Ha habido que recurrir, como siempre que hay un periodo de sequía coyuntural, a los acuíferos”. Y se da el caso de que en la mayor parte de los acuíferos se están extrayendo aguas fósiles, es decir, aguas que no proceden de la recarga natural de esas reservas subterráneas.
“La idea, en su momento, era que si podemos recurrir a las transferencias externas era no hacer tanto hincapié en la explotación de los acuíferos y permitir que algunos de ellos se regeneraran. E incluso, como ya se ha hecho en Estados Unidos, introducir agua en los acuíferos, bien con técnicas tradicionales o con técnicas modernas”, asegura este investigador de la Universidad de Murcia.
Red de desaladoras en Alicante
Alicante es otra provincia fuertemente afectada por la escasez de agua y donde la actividad turística dispara las demandas hidrológicas. El boom turístico en los años 70 obligó a realizar trasvases a esta provincia y a incorporar algunos de sus municipios a la canalización del Taibilla. Aunque el espaldarazo definitivo se le dio en los 90, con el plan AGUA, gracias al que se instalaron una serie de desaladoras que permiten garantizar el abastecimiento a la población, y que en años excepcionales como éste están permitiendo sortear los cortes de suministro.
Sin embargo, estas desaladoras no son la solución definitiva, dice la directora del Departamento de Geografía Física y Análisis Geográfico Regional de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alicante, María Hernández. Defiende que hay que apostar por otras fórmulas como la reutilización de aguas residuales, un uso más racional de los recursos y aprovechar las instalaciones de pluviales, muy importantes en una provincia como la de Alicante, que sufre lluvias torrenciales, ya que se trata de unas instalaciones que reducen los efectos de las riadas, al tiempo que se convierten en un almacén de recursos hídricos para su reutilización.
El problema de la sequía tanto climatológica como hidrológica trae de cabeza a toda la sociedad, que ve cómo su modo de vida está amenazado. Y como no existen soluciones mágicas, las fórmulas sostenibles se presentan como las más interesantes, porque si bien es importante tener agua en el presente, también lo es asegurarla para las generaciones futuras.