Reconstruyen el vuelo de las aves primitivas

Fósil del Saperonis, la primera especie que pudo planear.

Un equipo de la Universidad de Málaga reconstruye el vuelo de las aves primitivas, las que convivieron con los dinosaurios, y han descubierto que los primeros planeos fueron realizados en China.

El vuelo de las aves actuales es el resultado de millones de años de evolución. Una historia llena de éxitos y fracasos, que han contribuido a que las diferentes especies de aves puedan surcar los cielos con éxito y con el mínimo gasto de energía.

El primer vuelo de aves primitivas fue protagonizado por el Archaeopteryx, hace 150 millones de años. Desde entonces, la evolución inició una carrera imparable que llega hasta nuestros días y que contribuyó a la permanencia de los sistemas de vuelo más eficaces de la naturaleza. Y, sin lugar a dudas, uno de ellos es el planeo.

Los primeros planeadores

Ver un buitre o un águila surcar los cielos sin apenas esfuerzo es impresionante, y se debe a una estructura ósea detectada en un ave de hace 125 millones de años y de la que en la actualidad se conserva un fósil custodiado en el Museo Nacional de China.

Este ave era el Sapeornis chaoyangensis, que vivió en el Cretaceo. En su estructura ósea, investigadores de la Universidad de Málaga (UMA) han descubierto las características que la califican como un ave planeadora, y que son similares a las que presentan aves contemporáneas.

El hallazgo ha sido realizado por Francisco José Serrano, investigador del Departamento de Ecología y Geología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Málaga, en un trabajo en el que ha contado con la colaboración de Luis María Chiappe, director del Dinosaur Institute y vicepresidente del Museo de Historia Natural de Los Ángeles. Y forma parte de un proyecto mucho más ambicioso para conocer cómo era el vuelo de las aves primitivas de todo el mundo.

Funcionamiento del ala.

Nueva técnica de análisis aerodinámico

Este trabajo, además de arrojar datos de mucho interés sobre el vuelo de esta especie que habitó lo que hoy es China y que tiene un gran parecido al cuervo actual, ha servido para desarrollar una técnica novedosa de análisis aerodinámico que apenas cuenta con precedentes en el panorama científico.

Este nuevo método para estudiar el vuelo de las aves primitivas combina el análisis biomecánico del esqueleto del ave y las inferencias aerodinámicas que se pueden deducir de él.

Esta nueva fórmula para determinar las características del vuelo de las aves primitivas muy ambiciosa y se estructura en tres procesos diferenciados, que permiten a los investigadores profundizar mucho más tanto en su estructura ósea como en sus habilidades para surcar los cielos.

Tres pasos para conocer el vuelo de las aves primitivas

El primer paso de este método de estudio consiste en estimar de manera certera los parámetros de vuelo de estas aves, a partir del estudio de su masa y su envergadura.

En segundo lugar, aplican fórmulas propias de la aeronáutica para determinar las características del vuelo de estas aves primitivas.

Por último, aunque todavía no se ha llevado a cabo en ninguna investigación, está previsto realizar un estudio empírico con reconstrucciones de las aves, que permita corroborar los posicionamientos teóricos. Serán pruebas con maquetas de las aves en túneles de viento, en los que los científicos podrán observar con mucho más detalle los vuelos de las diferentes aves que convivieron con los dinosaurios.

Sistema de vuelo del primer planeador.

Un fósil valioso para el estudio de las aves

A partir de estos estudios, los investigadores participantes en este trabajo, publicado por la revista multidisciplinar Inferface, ha concluido que el Sapeornis chaoyangensis es, posiblemente, la primera ave que pudo planear.

“Los resultados de este trabajo indican que esta especie, cuyo tamaño es similar al de un cuervo, pudo volar largas distancias mediante planeo aprovechando las corrientes térmicas ascendentes, al igual que hacen actualmente los buitres y las cigüeñas”, afirma Francisco José Serrano, que para esta investigación ha contado con el asesoramiento del catedrático de Paleontología de la UMA Paul Palmquist.

Lo que les ha llevado a esta conclusión es la forma de la cresta deltopectoral, responsable del aleteo de las alas, que en el caso del Sapeornis chaoyangensis presenta una estructura similar a la de los buitres, y eso hace que el vuelo de esta especie primitiva se parezca tanto al del carroñero actual, con quien también comparte el “patrón de caída”.

Francisco José Serrano explica que las aves desarrollaron estrategias para mejorar la eficiencia de vuelo en una fase temprana de su evolución, hace al menos 125 millones de años.

Asimismo, los fósiles de Sapeornis chaoyangensis muestran que tenían pies prensiles capaces de sujetarse en ramas y que tuvieron una dieta herbívora. De hecho, algunos ejemplares aún conservan semillas y frutos fosilizados en el tracto digestivo.

“Resulta muy interesante que el estilo de vida de esta especie actualmente solo se observe en unos parientes de los patos que viven en Sudamérica”, puntualiza el investigador.

Esta descripción del vuelo de esta ave aparecida en China sirve para completar la historia del vuelo de las aves y conocer cómo fueron adquiriendo las características morfológicas que presentan hoy día. Se enmarca en un proyecto internacional muy ambicioso, con el que se pretende describir el vuelo de las aves que convivieron con los dinosaurios y que marcaron el camino evolutivo correcto.

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