El coche eléctrico es una oportunidad para la industria automovilística europea. Así lo ha defendido el ministro de Industria, Miguel San Sebastián, en una reunión informal con los ministros del ramo de los países miembros, quien ha además ha planteado que el vehículo eléctrico sea una materia de interés europeo y se apruebe una estrategia común para impulsar la implantación de estos vehículos.
Con este nuevo sector emergente, la industria europea recibirá un soplo de aire fresco que le ayudaría a su modernización y a liderar este mercado gracias a la adopción de medidas en pro de la competitividad de este sector en el panorama internacional. Este reto debe acompañarse de una modernización del tejido industrial, de ahí que San Sebastián reclamara a sus colegas europeos diálogo entre gobiernos e instituciones y entre los diferentes sectores implicados como las empresas automovilísticas, energéticas e infraestructuras.
Junto al impulso a sectores industriales relacionados con la automoción, el impulso a este tipo de vehículos, capaces de introducir una revolución en el concepto de movilidad urbana, estaría acompañado de una drástica reducción de emisiones contaminantes.
En definitiva, el vehículo eléctrico es una de las oportunidades más interesantes que tiene la industria europea y esto se plasma en cuatro campos esenciales: industrial, puesto que representa el futuro para el sector del automóvil europeo tanto de fabricantes como de componentes; tecnológico, con la creación de nuevas redes inteligentes de recarga de baterías; medioambiental, puesto que el vehículo eléctrico no emite CO2; energético, ya que permite a Europa seguir apostando por las energías renovables, la seguridad y la eficiencia energética.
El vehículo eléctrico es mucho más que un coche. Su implantación conlleva todo lo que queremos para la industria: desarrollo de nuevas tecnologías, actividad innovadora, generación de alto valor añadido, creación de empleo de calidad, posibilidades de potenciar las exportaciones, mejora de la eficiencia y del ahorro de energía, control de las emisiones de CO2 y reducción de la dependencia de los combustibles fósiles y sus derivados.
Por todo ello, la Presidencia española considera que el liderazgo en una cuestión con impacto en un abanico tan amplio de sectores económicos debe llevarse a cabo desde las instituciones comunitarias y, con las conclusiones surgidas del debate con el resto de los Estados miembros, ha propuesto a la Comisión Europea la adopción de una estrategia común para el vehículo eléctrico.
Almería tiene ante sí la oportunidad de tener voz propia en este sector emergente, gracia al proyecto Ecotecars, una empresa que tiene previsto instalar una planta de fabricación y ensamblaje de vehículos eléctricos, que podría generar más de 150 empleos y situar a esta empresa a la cabeza de la innovación tecnológica, gracias a la implantación de unos avances que los harán muy competitivos.
Coche eléctrico, el futuro de la movilidad urbana