Que los romanos era una civilización a la que le encantaban los placeres de la carne no lo vamos a descubrir ahora. Esta cultura sentía una devoción especial por lo dionisíaco y buena muestra de ello es la lucerna aparecida en el yacimiento alicantino de La Alcudia, donde se puede ver una escena erótica entre una mujer y un herma, una columna con cabeza y atributos masculinos.
Un herma es un pilar cuadrangular que está coronado por una cabeza masculina y – a menudo – lleva esculpido un falo a la altura que correspondería en un cuerpo humano. Estos pilares eran muy frecuentes en el mundo griego como representaciones de los dioses Hermes o Dionisos y se utilizaban como hitos protectores de propiedades y caminos. Más tarde, en la cultura romana, se generalizaron representado a diversos personajes, hasta adquirir un valor decorativo en un contexto cultural en el que las representaciones de los órganos sexuales se consideraban profilácticas y acreedoras de buena suerte.
Esta explícita imagen aparecida en La Alcudia, como otras muchas de contenido aparentemente erótico que abundaban en los objetos de uso cotidiano del mundo clásico, no correspondían a la categoría de lo obsceno, sino más bien a una experiencia visual diferente a la nuestra, que otorgaba al acto sexual y a su representación un significado apotropaico, protector y en ocasiones religioso. Los vestigios exhumados en La Alcudia nos permiten mirar el pasado con ojos actuales y construir una historia libre de prejuicios.
Con este hallazgo, el equipo continúa aportando conocimiento sobre el pasado de la vieja colonia Iulia Ilici Augusta y, en especial, sobre sus fases más modernas que corresponden por el momento a la alta Edad Media.
Domus – La Alcudia. Vivir en Ilici es un proyecto del Instituto de Arqueología y patrimonio histórico de la UA-INAPH, financiado por el Programa Propio para el Fomento de la I+D+I en la Universidad de Alicante 2016.