La atmósfera de Saturno muestra la corriente en chorro más ancha e intensa de todos los planetas del Sistema Solar, con vientos de hasta 1.650 kilómetros por hora, trece veces más intensos que los vientos huracanados terrestres, y una extensión de unos 70.000 kilómetros, más de cinco veces el tamaño de nuestro planeta. Un estudio, encabezado por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) que emplea datos del telescopio de 2.2 metros del Observatorio de Calar Alto, acaba de desvelar las peculiaridades de esta corriente, cuya naturaleza y fuentes de energía aún se desconocen. La investigación se publica hoy en la revista Nature Communications.
“En junio de 2015 descubrimos la presencia de una mancha brillante en el ecuador de Saturno que se movía a velocidades de 1.600 kilómetros por hora, una velocidad no observada en Saturno desde 1980″, señala Agustín Sánchez-Lavega, investigador del Grupo de Ciencias Planetarias de la UPV/EHU que encabeza el trabajo.
Estudiando el movimiento de las nubes que formaban la mancha brillante, una enorme tormenta de unos 7.000 kilómetros, y de aquellas presentes en sus alrededores, los investigadores han podido acotar las características de la gran corriente en chorro ecuatorial del planeta y establecer las alturas que alcanzan las diferentes estructuras atmosféricas.
Además, el equipo investigador ha determinando que los vientos crecen fuertemente con la profundidad: alcanzan velocidades de 1.100 kilómetros por hora en la alta atmósfera pero llegan hasta los 1.650 kilómetros por hora a unos 150 kilómetros de profundidad. Además, mientras que el viento profundo es estable, en la alta atmósfera la velocidad de la corriente ecuatorial es altamente cambiante, al igual que su anchura. Esto podría deberse al efecto del ciclo estacional de insolación en Saturno y a la sombra cambiante de los anillos sobre el ecuador del planeta.
En el estudio se han empleado observaciones obtenidas con pequeños telescopios en varios países, con el telescopio espacial Hubble y con la cámara PlanetCam, desarrollada por el equipo de la UPV e instalada en el telescopio de 2.2 metros del Observatorio de Calar Alto. “El telescopio de 2.2 metros se ha convertido en los últimos años en un excelente e indispensable laboratorio de pruebas para otras instituciones, que puede explotar sus desarrollos tecnológicos en el observatorio y obtener resultados tan interesantes como estos sobre Saturno”, apunta Jesús Aceituno, director del observatorio.
LA COMPLEJA ATMÓSFERA DE SATURNO
La atmósfera del planeta Saturno, un gigante gaseoso diez veces mayor que la Tierra formado fundamentalmente por hidrógeno, presenta además otro fenómeno meteorológico importante sobre el ecuador del planeta y que puede jugar un papel sobre los vientos. Se trata de la Oscilación Semi-anual (SAO), que tiene lugar unos cincuenta kilómetros por encima del techo de las nubes y que hace que las temperaturas oscilen y los vientos cambien en dirección e intensidad de Este a Oeste.
Por si fuera poca la complejidad de la meteorología ecuatorial de Saturno, es en esas latitudes donde por tres veces, en los años 1876, 1933 y 1990, se ha desarrollado la llamada Gran Mancha Blanca, una tormenta gigantesca que llega a dar la vuelta a todo el planeta. El estudio de la UPV/EHU señala que esta gigantesca tormenta es otro de los agentes de cambio en la corriente en chorro ecuatorial.
Todos estos fenómenos, a diferente escala, ocurren en cierto modo en la Tierra. Su estudio en otros planetas y en condiciones muy diferentes permite avanzar en su comprensión y modelización.