Recientemente asistíamos a la presentación de la última novela de Gonzalo H. Guarch ‘En el nombre de Dios’, de la editorial Almuzara, que narra, a través de una estremecedora historia, los orígenes del integrismo islámico. Aprovechando esta publicación, nos hemos puesto en contacto con este arquitecto y urbanista afincado en Almería, para conocer más sobre su obra, y sobre su punto de vista sobre realidades que en la actualidad presentan conflictos sociales y culturales.
¿Por qué decidió escribir sobre hechos históricos relacionados con la expulsión de diferentes pueblos?
Hace unos años decidí escribir una serie de libros sobre “el hombre en Conflicto” Creia tener algo que aportar y sigo en ello.
¿Qué piensa de la integración de diferentes culturas en Almería?
El futuro es multicultural y tendremos que aceptar esa realidad. Almeria por su situacion geográfica es un paradigma de esa integracion. Podremos ser ejemplo para muchos otros lugares ,confio en la sabiduría ancestral de los almerienses , y en su caracter mediterráneo. Como es lógico en toda integracion hay un proceso de aceptación y prueba. Creo que la superaremos con éxito.
¿Cree que está cambiando el papel de la mujer en el mundo árabe?
Muy lentamente. La propia dialectica del cambio a nivel global colaborará en ello. Sin embargo hay paises como Turquia ,con aspiraciones europeas ,donde parece que estan caminando en sentido contrario.
¿El velo supone una barrera de integración o un elemento de identificación religiosa?
Es evidentemente un handicap. Las mujeres en su mayoria no quisieran llevarlo, pero pesa mucho el criterio de los padres y los hombres de la familia. Si una mujer europea debe cubrirse en Irán, en Arabia Saudita, y en otros paises islámicos, en Europa deberia descubrirse. Mientras los gobernantes europeos y occidentales actuen como si temieran alguna represalia o como si dudaran de lo que deben hacer.
¿Cómo ha sido el proceso de documentación para su última novela, que relata el modus vivendi de integristas islámicos?
Un proceso de documentación de este tipo de libros es siempre muy farragoso y complejo. En realidad es como acometer una tesis doctoral. Hay que conocer muy bien las circunstancias históricas y esos países. Creo que de alguna manera me he convertido en un experto a fuerza de escribir sobre ello. Pero el escritor siempre corre el riesgo de que mucha gente no esté de acuerdo con él, al exponer sus tesis en público. Eso es normal en el mundo globalizado y tan interactivo como el que vivimos. Sin embargo, me siento muy satisfecho y orgulloso de la labor que estoy realizando. Por otra parte, a pesar de que soy agnóstico, siento un enorme respeto por el Islam.
¿Conoce usted de alguna manera el mundo islámico de cerca?
He viajado bastante por esos países, donde tengo algunos amigos y creo, como le he dicho en la pregunta anterior, que tengo una información de primera mano y bastante amplia.
¿Cuál le parecen que son las razones principales para que lleguen a este extremo?
A partir de las tesis de Al-Afghani y de Al-Mawdudi el mundo musulmán entendió que debería hacerle frente al colonialismo de una manera mucho más directa y sin complejos. Eso se fue radicalizando y a partir de la creación de los Hermanos Musulmanes en 1928, con un mundo en crisis con la I y II Guerra Mundial, existe una interpretación muchísimo más radical, en la que las tesis del Corán, que por cierto son muy claras, están siento tergiversadas a favor de una respuesta violenta contra los no musulmanes y en particular contra Occidente. Estamos en el momento álgido de esa batalla y creo que el comportamiento de los gobernantes occidentales puede colaborar en ir volviendo poco a poco a una situación de mejor relación y encuentro. Sin embargo, son procesos muy lentos y nos queda todavía que ver muchas cosas. Tengamos esperanza en un futuro de concordia al final del camino.
¿Tiene pensado escribir un novela diferente a su vertiente actual?
Por supuesto. Por mi currículum literario podrán comprobar que más o menos la mitad de mi literatura no tiene nada que ver con ese tipo de narraciones. Actualmente he terminado ‘El viejo Agamenón’ y estoy escribiendo ‘Llámame Orestes’ de un conjunto de libros que se titularán Manhathan Classics, pura ficción novelada sobre la base de los clásicos griegos en el mundo del Manhattan de hoy. También estoy con un experimento de tipo poético-semiológico en un libro de poemas sobre la obra poética de Aldous Huxley, sobre la obra poética publicada por la Universidad de Almería por uno de sus profesores especialista en este escritor, Jesús Isaías Gómez López. Eso me llevará una tarea importante durante los próximos meses. Posteriormente tengo pensado escribir una narración literaria, puramente literaria. Ya veremos.
Gonzalo Hernández Guarch ejerce como arquitecto y urbanista, y es asiduo colaborador en periódicos y revistas. Sus obra literaria le ha valido para hacerse entre otros con el Premio de Narrativa Vicente Blasco Ibáñez 97, la medalla de Oro al Mérito Cultural de la R. Armenia, y el nombramiento de Miembro Honorario de la Academia de Ciencias y Letras Armenia.