A final de mes llegará al observatorio almeriense de Calar Alto el espectógrafo del programa CARMENES, un instrumento con el que el observatorio hispano alemán buscará nuevos planetas a partir de final de año. Ya hay reservadas 600 noches de investigación.
CARMENES será uno de los programas científicos más ilusionantes de Calar Alto. El objetivo es buscar planetas parecidos a la Tierra en el Universo lejano.
Y para llevarlo a cabo, los expertos de Calar Alto van a poner al servicio de la comunidad científica una tecnología inédita hasta la fecha.
Los dos ojos de CARMENES, que observarán respectivamente en el visible y el infrarrojo, se hallan dentro de sendos tanques de vacío y rodeados de un escudo de radiación para conservar una temperatura estable. Las dimensiones de estos tanques, de unos tres metros de largo y metro y medio de diámetro, obliga a colocarlos tras, literalmente, hacerlos volar por los aires.
El hecho de que CARMENES disponga de un ojo en el visible y otro en el infrarrojo constituye, precisamente, uno de sus ventajas sobre instrumentos similares. La búsqueda de planetas de tipo terrestre resulta muy complicada y se han producido falsos positivos al confundir las señales de la actividad estelar con la existencia de planetas. La observación simultánea en el visible y el infrarrojo de CARMENES permitirá discriminar entre una señal y otra y confirmar los hallazgos sin necesidad de otras comprobaciones.
Los planetas, al girar en torno a su estrella, producen en ella ligeros movimientos oscilatorios que, si se miden con la precisión adecuada, desvelan la existencia de esos planetas (aunque no podamos verlos directamente). Así buscará CARMENES planetas parecidos a la Tierra.
CARMENES, que operará en el telescopio de tres metros y medio del Observatorio de Calar Alto, está siendo desarrollado por un consorcio de once instituciones españolas y alemanas.