Una dosis extra de optimismo frente a un discurso enterrado por la presión de la crisis. Decir que vivimos el mejor momento de la historia de la humanidad es muy aventurado en estos tiempos teñidos de gris, pero es cierto, al menos así lo cree Juan Martínez Barea, que es capaz de demostrar con datos el avance “exponencial” de la humanidad.
‘El mundo que viene’ (Editorial Planeta) es la aportación del director de la Fundación Eduarda Justo a los jóvenes, y no tan jóvenes, de este país, necesitados de escuchar una voz de aliento que les dé confianza en sí mismos para salir a comerse el mundo. Y también es el fruto de la experiencia al frente de los siete seminarios Líderes del Futuro celebrados en la sede de Cosentino por la fundación de la multinacional almeriense, uno de los trabajos que más enorgullecen a este ingeniero de currículo imponente.
Juan Martínez Barea ha tenido que luchar contra el pesimismo reinante y contra el discurso negavito lanzado desde los medios de comunicación. Ya se sabe, ‘bad news are good news’. A pesar de tener que bregar con tertulianos y profetas del desastre, Martínez Barea ha difundido su mensaje positivo por todos los escenarios que se le han brindado, como ayer fue la sede de Cajamar en Almería, donde presentó su libro en una nueva cita del Foro del Futuro de la Fundación Eduarda Justo.
El mundo que viene va a ser mucho mejor que el actual, según defendió con entusiasmo, y lo será porque llega una tecnología que va a impactar en “todo lo que hacemos en la vida”. El crecimiento exponencial de los nuevos medios tecnológicos va a transformar nuestra forma de interactuar con la realidad. Si ahora tenemos una media de dos dispositivos conectados a Internet, en unos años serán siete.
Y éstos serán cada vez más potentes, siguiendo la lógica del crecimiento exponencial descrito por Martínez Barea, hasta que en cuestión de unos diez años los ordenadores tendrán la misma capacidad de cálculo que el cerebro humano. Todo responde a la lógica de que los ordenadores duplican su capacidad cada 18 meses.
La medicina será otro de los campos que más van a cambiar, hasta el punto de cambiar el concepto de medicina curativa por el de medicina preventiva. Y esta es una realidad de ahora, hay empresas capaces de hacer un análisis de ADN que permite conocer qué enfermedades podría padecer una persona, para que tome medidas preventivas para evitarlas.
La robótica y las impresoras en 3D se popularizarán hasta convertirse en elementos cotidianos no solo en grandes empresas, sino en pymes y hogares.
Y qué decir de la energía, un campo en el que la solar ha alcanzado la zona de paridad que las equipara en precio con la electricidad producida con métodos tradicionales. Este avance permitirá que en tan solo unos años todos podamos generar nuestra propia energía de manera limpia y ecológica.
Es el mejor momento de la historia porque se está poniendo solución a los grandes problemas del mundo, cada vez hay más personas en la clase media, la tecnología refuerza el cambio impulsado por los emprendedores y se instala la era de la meritocracia, como defendió con ímpetu Juan Martínez Barea y queda reflejado en ‘El mundo que viene’.