Un nuevo dispositivo reduce a la mitad el tiempo para deshacer piedras del riñón

Un equipo del Instituto de Instrumentación para Imagen Molecular (I3M), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Politécnica de Valencia (UPV), ha desarrollado un nuevo dispositivo, en fase de prototipo, para deshacer litiasis (cálculos o piedras) del riñón. Según las pruebas realizadas hasta el momento, su aplicación reduce a la mitad el tiempo necesario para deshacer una piedra.

El dispositivo incorpora un sistema de imagen para guiar el tratamiento. / UPV

Lithovortex ha sido generado por el I3M, junto con el Grupo NITIUV del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe) de Valencia y el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), y se trata de un dispositivo portátil y de bajo coste que es capaz de destruir las piedras de forma no invasiva. Esto es posible gracias a la aplicación de ultrasonidos, ya que transmite las ondas desde el exterior para focalizarlas en el interior del organismo, sobre el cálculo.

Además, las dimensiones y la portabilidad de este dispositivo permitirían convertir el tratamiento de los cálculos renales en un procedimiento de consulta externa sin necesidad de un equipamiento accesorio de grandes dimensiones, como sucede actualmente.

Cómo actúa este dispositivo contra las piedras del riñón

Según explica Noé Jiménez, investigador del I3M (CSIC-UPV), “Lithovortex actúa basándose en un nuevo tipo de onda acústica, que son los haces de vórtice. Podríamos hacer una analogía con un remolino de sonido, donde la onda se enrosca y gira sobre sí misma cuando se focaliza sobre la piedra. Estos haces son capaces de producir esfuerzos de cizalla en los cálculos renales de una manera más eficiente que un haz convencional. Es como si dieran un pellizco microscópico en el interior de la piedra; y ese pellizco hace que la piedra se fragmente en trozos muy finos, deshaciéndose en arena que finalmente se expulsa por la uretra”.

El dispositivo incorpora un cabezal terapéutico de vórtices acústicos de alta intensidad, montado en un brazo robótico automatizado, y un sistema de imagen para guiar el tratamiento. “La ventaja de usar este tipo de haces es que, como son tan eficientes, permiten reducir la amplitud de la onda a la mitad, y con ello disminuye también la probabilidad de producir lesiones y dolor en los tejidos sanos”, añade César David Vera Donoso, del Servicio de Urología del Hospital La Fe y responsable del Núcleo de investigación traslacional integrado Urológico de Valencia (NITIUV) del IIS La Fe de Valencia que ha realizado el estudio inicial.

La aplicación principal es la fragmentación de cálculos del riñón, pero de igual manera que fragmenta estas piedras, podría fragmentar otras calcificaciones importantes como, por ejemplo, la calcificación de la válvula aórtica.

Hasta la fecha, el equipo del I3M (CSIC-UPV) ha fabricado y validado el dispositivo con cálculos artificiales. En colaboración con la Unidad de Litotricia del Hospital La Fe de València el prototipo se ha validado ex vivo con cálculos reales, y el año que viene se validará en un modelo animal.