La mitad de los cetáceos analizados en Galicia tienen restos de un químico usado hace años en la industria

Los mares albergan una riqueza natural enorme, tan grande que todavía no se conoce en su conjunto. De forma paralela, los océanos y los mares se han convertido también en un enorme depósito donde se almacenan sustancias contaminantes, que llegan allí a través de los ríos y acaban en el interior de la fauna marina.

Un grupo de delfines en aguas gallegas.

Un equipo de investigación del Instituto Español de Oceanografía (IEO) ha constatado la presencia de bifenilos policlorados en varias especies de cetáceos varados en Galicia, entre los años 2009 y 2023. Concretamente, en esta campaña se han hallado concentraciones de este químico utilizado en la industria en la mitad de los animales analizados.

Concentración de restos de químicos industriales en cetáceos

Los resultados del estudio muestran una aparente tendencia decreciente en las concentraciones de bifenilos policrorados en cetáceos a lo largo de los años, pero aún así, el 51.28% de los individuos analizados presentan concentraciones superiores al valor límite a partir del cual podrían producirse efectos graves sobre su salud y bienestar.

El trabajo, publicado en la revista Marine Pollution Bulletin, evidencia la persistencia de este tipo de contaminantes orgánicos en el medio marino, especialmente en los cetáceos debido a su elevada posición en la cadena trófica.

Qué especie de cetáceos tiene una concentración de químicos mayor

De las tres especies analizadas: delfín común (Delphinus delphis), delfín mular (Tursiops truncatus) y marsopa (Phocoena phocoena), el delfín mular presentó concentraciones significativamente más elevadas, lo cual puede suponer un impacto adverso en el estado de salud de los individuos y poblaciones de esta especie. 

Qué son los bifenilos policlorados

Los bifenilos policlorados (PCBs) son compuestos químicos industriales ampliamente utilizados en el pasado, cuya fabricación y uso están estrictamente regulados en la actualidad. No obstante, muchos de los productos fabricados con estos compuestos aún siguen esperando su eliminación, por lo que se sigue produciendo la entrada de estas sustancias en el medio marino a través de los residuos

Como muchos contaminantes orgánicos, los PCBs son muy persistentes y tienen una elevada capacidad para bioacumularse y biomagnificarse a través de la cadena trófica marina, dado que son compuestos altamente lipofílicos.

Por qué se acumulan más en mamíferos marinos

Por lo tanto, “en el medio marino, las mayores concentraciones de PCBs se encuentran en los mamíferos, especialmente en los delfines y otros cetáceos odontocetos, dada su prolongada esperanza de vida, su gruesa capa de grasa y su elevada posición en la cadena trófica”, señala Paula Gutiérrez, investigadora del Centro Oceanográfico de Vigo del IEO y primera autora del estudio. 

La mayor parte de los PCBs presentes en los delfines se incorporan a través de la dieta y su concentración, además, depende de factores como la edad, el sexo, estado de madurez, movilidad geográfica y estado nutricional, entre otros. De este modo, las concentraciones varían incluso entre individuos de la misma población. Por norma general, los machos acumulan estas sustancias a lo largo de toda su vida, ya que no son capaces de eliminar estos contaminantes, mientras que las hembras pueden descargar una elevada proporción de sus concentraciones de contaminantes a sus crías, especialmente a la primera, durante la gestación y a través de la lactancia” continúa. 

Qué efectos sobre la salud tienen los bifenilos policlorados

Estudios previos en diferentes especies de mamíferos han demostrado que los PCBs tienen numerosos efectos en la salud, de particular relevancia son los efectos descritos sobre los sistemas inmune, reproductor y endocrino. Por todo esto, evaluar de manera regular los niveles de contaminantes en cetáceos es muy relevante, como ya lo recoge la legislación europea, sobre todo al considerar las posibles interacciones con otros estresores como la captura accidental en artes de pesca, enfermedades infecciosas, ruido submarino y cambio climático, y los consecuentes efectos negativos combinados en la salud de los individuos y en las poblaciones. 

“En este sentido, en el marco de OSPAR (Convención sobre la Protección del Medio Marino del Atlántico Nordeste) y de la Directiva Marco para las Estrategias Marinas, ya se están llevando a cabo esfuerzos para evaluar los efectos de estos contaminantes en mamíferos marinos para garantizar la conservación y el buen estado ambiental de los ecosistemas marinos”, continúa Gutiérrez.