El consumo de lácteos reduce las posibilidades de padecer un cáncer del tracto digestivo

Las estimaciones del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer ponen de relieve la creciente carga de cáncer en todo el mundo. Además del cáncer de mama en mujeres y los cánceres de pulmón y próstata en hombres, los cánceres del tracto digestivo siguen siendo un problema de salud mundial debido a sus altas tasas de mortalidad y etiología insuficientemente conocida. Ahora, un equipo de la Universidad Miguel Hernández (UMH) estudia la relación de estos cánceres con la dieta y ha descubierto que el consumo de lácteos puede prevenir el desarrollo de tumores.

El objetivo de la investigación es explorar, dentro del estudio de casos y controles múltiples PANESOES, la asociación entre los cánceres de esófago, estómago y páncreas y el consumo de productos lácteos totales y sus tres tipos principales: lácteos fermentados, postres lácteos azucarados y leches. El dietista-nutricionista Alejandro Oncina Cánovas ha liderado el estudio de la Unidad de Epidemiología de la Nutrición de la UMH, dirigida por Jesús Vioque.

Qué relación se ha descubierto entre los tumores del tracto digestivo y el consumo de lácteos

En el estudio realizado en la UMH se ha observado que en comparación con las personas con un menor consumo total de lácteos (206 gramos/día), los que tenían un consumo moderado (206–445 gramos/día) presentaron un 41% menos riesgo de desarrollar cáncer de esófago. Además, un mayor consumo de lácteos fermentados se asoció a un 45% menos riesgo de cáncer de esófago y un 32% menos riesgo de cáncer de estómago, mientras que un mayor consumo de postres lácteos azucarados se asoció con un 85% más riesgo de cáncer de estómago frente a los de menor consumo. Sin embargo, los investigadores recomiendan la realización de más estudios para confirmar los resultados y acumular más evidencia, en particular sobre el efecto de productos lácteos específicos en cada cáncer.

La investigación multicaso-control PANESOES, utilizada en este estudio y realizada a finales de los noventa, tenía como objetivo explorar el efecto de los principales factores de estilo de vida y la dieta sobre el riesgo de tres tipos de cánceres digestivos: esófago, estómago y páncreas. Se analizaron los datos recogidos para 199 casos de cáncer de esófago, 411 de estómago y 164 de páncreas. Además, se tomaron en cuenta 455 controles sin cáncer (grupo de comparación). Los datos se recopilaron en nueve hospitales de Alicante y Valencia y la edad de los pacientes rondaba entre 30 y 80 años.