El fototrampeo consiste en el uso de pequeñas cámaras fotográficas que se activan automáticamente cuando un animal pasa por delante de ellas. Se trata de una herramienta común para el seguimiento de fauna, especialmente mamíferos y aves terrestres. Investigadores de la Universidad de Oviedo han evaluado diferentes protocolos que permitirán obtener tasas de detección más precisas en los estudios realizados con estas cámaras, en un estudio publicado en la revista Journal of Applied Ecology.
Los investigadores han analizado cómo, a partir del número de individuos detectados en cada cámara (tasa de detección), se derivan diferentes parámetros ecológicos como el número total de individuos en la población (abundancia), su distribución (ocupación), o las interacciones con otras especies.
Los autores del trabajo subrayan que mejorar los protocolos para obtener tasas de detección más precisas es prioritario para reducir la incertidumbre de las estimaciones finales y, de este modo, aumentar la fiabilidad de los programas de conservación y gestión de la fauna silvestre.
Con qué técnica mejora la precisión de los estudios de fauna con fototrampeo
Pablo Palencia, investigador del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo en el Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (IMIB), explica los principales resultados obtenidos por el estudio. Los investigadores han comprobado que, cuando se cuenta con un bajo número de cámaras de fototrampeo, cambiar su ubicación durante el periodo de estudio aumenta la precisión de las tasas de detección en un 19% al monitorizar especies como el ciervo o el jabalí, pero no mejora la precisión en especies que frecuentemente se desplazan por caminos como el zorro, el lince o el lobo.
Este investigador subraya, además que, cuando el número de puntos de muestreo se mantiene constante durante todo el periodo de seguimiento, colocar tres cámaras en cada uno de esos puntos incrementa la precisión de la tasa de detección en un 31% con respecto a la colocación de una única cámara.
Qué factores intervienen en el éxito del estudio de animales con estas cámaras
“Más allá del número de cámaras disponibles, las características de la especie de interés (principalmente su abundancia y distribución en el espacio), las características del área de estudio (accesibilidad), y la disponibilidad de recursos humanos y materiales son tres factores clave a la hora de diseñar el estudio”, manifiesta Palencia.
Los resultados de este trabajo se han obtenido a partir de más de 10.000 simulaciones computacionales (modelos matemáticos), y de un experimento de campo realizado en el Parque Nacional de Cabañeros en el que se colocaron 96 cámaras de fototrampeo y se analizaron las tasas de detección de ciervo, jabalí, corzo, zorro, garduña, tejón, liebre y perdiz.
El trabajo ha sido liderado por el Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (IMIB), integrado por la Universidad de Oviedo, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Principado de Asturias. Ha contado, además, con la colaboración de un equipo internacional formado por investigadores del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – España), la Universidad de St. Andrews (Escocia) el Centro de Investigación en Modelado Ecológico y Ambiental (CREEM – Portugal), y la Universidad de Ciencias Agrarias de Suecia (SLU – Suecia).