La movilidad como servicio (MaaS, por sus siglas en inglés) se ha convertido en una tendencia emergente en la gestión del transporte debido a su potencial para abordar los retos de la movilidad urbana hacia objetivos de sostenibilidad. Se define como un tipo de servicio que, a través de una plataforma digital como las aplicaciones móviles, permite a los usuarios planificar, reservar y pagar múltiples tipos de servicios de movilidad, en entornos donde cada vez menos personas tendrán coche propio.
“Se trata de pasar de un modelo basado en la propiedad del vehículo a un modelo basado en servicios, que incluye modos de transporte compartidos (coches, motos, bicicletas, patinetes eléctricos, etc.), y su integración con el transporte público”, señala Elvira Maeso González, directora del grupo de investigación Gestión del Trabajo y del Transporte del Departamento de Economía y Administración de Empresas de la Universidad de Málaga, y una de las responsables de un estudio sobre movilidad urbana realizado por la UMA, en colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid, que ha sido publicado en la prestigiosa revista Transport Policy.
Por qué se necesitan aplicaciones de movilidad
El análisis, fundamentado en las respuestas de más de 8.300 personas, revela que la adopción de este tipo de aplicaciones no está solo influenciada por factores tecnológicos y ecológicos, sino que existen diferencias de género en esta influencia. “La metodología seguida, basada en una amplísima muestra (43,4% hombres y 56,6% mujeres), proporciona resultados consistentes sobre los factores más influyentes y, el uso del género como variable moderadora, permite identificar las diferencias más significativas”, añade Guadalupe González, otra de las autoras.
Las principales conclusiones resaltan que la adopción de aplicaciones MaaS está influenciada principalmente por factores como la tecnofilia, la percepción de la utilidad y de la facilidad de uso de las plataformas. Los resultados muestran que la tecnofilia se revela como el factor más influyente especialmente entre los hombres. En el caso de la percepción de utilidad y de la facilidad de uso, se confirma un mayor peso del primero en los encuestados y del segundo entre las encuestadas.
Qué importancia se le da a los valores ecológicos en este modelo de movilidad
Por su parte, los valores ecológicos también tienen un efecto global notable, aunque su impacto directo por género no es significativo. De otro lado, las actitudes hacia los modos compartidos tienen un impacto total considerable, especialmente en el caso de los hombres. Sin embargo, los investigadores sostienen que, en contra de lo esperado, las actitudes hacia el transporte público, el coche y la bicicleta tienen una influencia limitada en la intención de adoptar aplicaciones de MaaS.
Para los expertos, los resultados de esta investigación son útiles para que las partes interesadas (administraciones públicas, planificadores de transporte, operadores de transporte, etc.) tomen decisiones acertadas basadas en criterios científicos. Y con ello proporcionar sistemas MaaS mejor adaptados a las necesidades de hombres y mujeres, estimulando la adopción exitosa de estos sistemas y, a su vez, promoviendo la equidad de género y comportamientos de movilidad más sostenibles.
Este estudio se ha llevado a cabo en colaboración entre el Grupo de Investigación de Gestión del Trabajo y del Transporte (SEJ 424) de la Universidad de Málaga (UMA) y el Centro de Investigación del Transporte (TRANSyT) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), gracias a la financiación del proyecto U-MOVE (PID2019-104273RB-100 TRA) y del I Plan Propio de Investigación, Transferencia y Divulgación Científica (UMA).