El Laboratorio Vivo Andaluz celebró el pasado 22 de octubre la primera asamblea de socios de carácter presencial, desarrollada en la Escuela Politécnica Superior de Jaén (EPSJ), en la que participaron representantes de los 16 socios que actualmente conforman el consorcio, que coordina la Universidad de Jaén.
La reunión sirvió para poner en común el trabajo realizado hasta la fecha, así como para establecer las bases del proceso de selección de fincas experimentales, que será el próximo objetivo de este laboratorio vivo. En este sentido, durante los próximos meses se analizarán las características de las más de 100 fincas candidatas repartidas por la geografía andaluza. Aquellas que más se acerquen a los criterios establecidos serán visitadas por los equipos de trabajo conformados durante la reunión.
“La idea es reducir esta lista de fincas experimentales candidatas hasta un número de 15 sitios de experimentación que sean representativas del olivar andaluz, recogiendo las seis principales tipologías de olivar (tradicional o intesivo/superintensivo, secano o regadío y mecanizable o no mecanizable) y la diversidad de suelos del territorio”, ha explicado el profesor de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la UJA, Juan Manuel Jurado, coordinador del proyecto.
Otro de los objetivos de este encuentro fue el de establecer un plan de funcionamiento del Laboratorio Vivo Andaluz para el próximo año en cuanto a la búsqueda e implementación de soluciones tecnológicas sostenibles para la mejora de la salud del suelo en las fincas experimentales seleccionadas y el aprovechamiento de los co-productos generados en éstas que supondrán un beneficio que indirectamente revertirá en la aplicación de buenas prácticas para la mejora de la salud del suelo.
“El alto interés que ha despertado la puesta en marcha del Laboratorio Vivo Andaluz – LivingSoiLL demuestra la motivación del sector agroalimentario por constituir sinergias proactivas en beneficio de la salud del suelo y la rentabilidad de las explotaciones agrícolas buscando el equilibrio entre la sostenibilidad ambiental y económica. Para todo ello, la Inteligencia Artificial jugará un papel transformador de la mano de tecnologías digitales ya consolidadas y maquinaria agrícola de vanguardia capaces de capturar y modelar escenarios agrícolas sobre los que predecir factores determinantes sobre su evolución futura”, señala Juan Manuel Jurado.
Los 16 socios que conforma el consorcio del Laboratorio Vivo Andaluz son, además de Universidad de Jaén como institución coordinadora, la Junta de Andalucía, la Diputación de Jaén, el Instituto Universitario de Investigación en Olivar y Aceites de Oliva (INUO) de la UJA, el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA), el Centro Tecnológico del Olivar y el Aceite (Citoliva), la Fundación Caja Rural, el grupo JaénCOOP, Nutesca SL, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, la Federación Española de Industrias Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva), Finca la Torre, Almazaras de la Subbética, Puerta de las Villas, Cortijo Espíritu Santo y Grupo Consule.
En concreto, por parte de la Universidad de Jaén asistieron a la reunión investigadores pertenecientes a los 11 equipos de trabajo que forman parte del Living Lab Andaluz y que se corresponden a diferentes ámbitos de conocimiento, como son: Informática; Comercialización e Investigación de Mercados; Topografía y Geomática; Automática y Robótica: Geografía; Edafología; Ecología; Sociología; Biogeoquímica de Agroecosistemas; Fisiología vegetal; Ciencias de Materiales e Ingeniería Metalúrgica.