Un estudio liderado por investigadores del Departamento de Ecología de la Universidad de Alicante (UA) halla evidencias del consumo de carroña por parte de un esquivo mamífero tropical, la paca de montaña (Cuniculus taczanowskii). El artículo, publicado en la revista Food Webs, destaca que este desconocido y amenazado roedor se consideraba exclusivamente herbívoro-frugívoro. Sin embargo, este hallazgo pone de manifiesto la poca información sobre la historia natural de la mayoría de especies de los Andes, un punto caliente de biodiversidad.
Según detallan los autores del artículo Tatiana Pessano Serrat, Esther Sebastián González y Adrián Orihuela Torres de la UA y, desde Ecuador, Marek Castel-Tapia de la Reserva Madrigal del Podocarpus, y Diego Quiñones-Sánchez del Instituto Nacional de Biodiversidad, históricamente el consumo de carroña, es decir, de animales muertos, se ha pasado por alto en los estudios sobre la dieta de los vertebrados.
“América Central y Suramérica se caracterizan por ser una de las zonas más diversas del planeta, y la cordillera de los Andes destaca como un punto caliente de biodiversidad, convirtiéndose en un espacio prioritario para la conservación”, explican los investigadores de la UA. En este sentido, casi la mitad de las especies que habitan esta región son endémicas, “lo que significa que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo”, añaden. Un claro ejemplo es la paca de montaña, una especie esquiva y muy poco conocida, clasificada como Vulnerable (VU) por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
Esta especie de roedor habita principalmente en los bosques montanos de los Andes, aunque también se encuentra, con menor frecuencia, en los páramos. Hasta ahora, señalan los responsables del trabajo, “todos los estudios sobre su dieta habían indicado que se alimentaba principalmente de plantas y frutas, es decir, que era herbívora-frugívora. Sin embargo, este estudio realizado en la Reserva Madrigal del Podocarpus, en el sur de Ecuador, ha revelado un comportamiento inesperado: la paca de montaña también consume una cantidad significativa de carroña”.
Entre febrero y marzo de 2022, el equipo de trabajo llevó a cabo un estudio sobre animales carroñeros del área protegida con cámaras que se activan cuando detectan movimiento colocadas delante de carroñas de pollo. Durante la investigación, se observó que la paca de montaña se alimentaba con frecuencia de las carroñas. “Estos hallazgos sugieren que la paca de montaña no solo se nutre de plantas y frutas, sino que también usa la carroña como fuente de alimento. Este comportamiento, hasta ahora no documentado, probablemente ha sido pasado por alto debido a la escasez de estudios sobre la ecología de la paca de montaña y la dificultad de detectar el consumo de carroña en las investigaciones tradicionales sobre la dieta de las especies de vertebrados”, apuntan desde la UA.
Estos resultados amplían la comprensión del comportamiento alimentario de la paca de montaña y plantean preguntas sobre su papel ecológico en la eliminación de carroña, la recirculación de nutrientes y sus interacciones en el ecosistema. Conocer su dieta es importante para establecer medidas de conservación. Además, el estudio destaca “la necesidad de investigar más a fondo las comunidades de carroñeros en los Andes tropicales, lo que permitirá comprender mejor el papel de la carroña en esta región de alta biodiversidad”.