La Facultad de Letras de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en el Campus de Ciudad Real acoge hasta finales de octubre la exposición La pérdida y su memoria, organizada por el Centro de Estudios de Castilla-La Mancha. Esta muestra, fruto de las investigaciones llevadas a cabo por Pilar Lop Otín y José Manuel López Torán, explora los devastadores daños que han afectado a importantes hitos del patrimonio cultural, así como los esfuerzos dirigidos a preservar su memoria; y pone de relieve el interés por perpetuar el recuerdo de aquellos legados culturales que, a lo largo de la historia, se han visto comprometidos por los efectos destructivos de la guerra y otras adversidades.
El recorrido expositivo abarca dos realidades geográficas de gran relevancia histórica: la ciudad de Zaragoza, símbolo de resistencia y transformación; y Francia, un país especialmente impactado por los horrores de las dos guerras mundiales. Dividida en dos secciones bien diferenciadas, la muestra presenta un valioso conjunto de soportes visuales, tales como la fotografía, la estampa, la tarjeta postal y la prensa, que permiten al visitante adentrarse en la complejidad del proceso de destrucción y reconstrucción de estos patrimonios.
La exposición, que puede verse en la primera planta del edificio de la Facultad de Letras, ha sido inaugurada hoy por la directora del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha; por el decano de propia Facultad, José Antonio Castellanos; y por el profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y Tecnologías de la Información de Talavera de la Reina, José Manuel López Torán.
Esta muestra no solo aspira a ser un testimonio del sufrimiento que afectó a estas regiones, sino que también invita a la reflexión sobre el valor de la memoria y su capacidad para forjar un vínculo entre pasado y presente.
A través de una cuidada selección de materiales, como fotografías, postales o textos, los visitantes tendrán la oportunidad de conocer cómo las heridas infligidas al patrimonio no solo se manifiestan en la pérdida física, sino también en la lucha por mantener viva la esencia de lo que fue. Además, esta iniciativa que tendrá carácter itinerante demuestra el compromiso del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha con la transferencia del conocimiento a la sociedad y la divulgación de los trabajos de sus investigadores.