Investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO) no se podían creer lo que encontraron en aguas gallegas, se pensaban que estaban equivocados, pero tras realizar una serie de estudios comprobaron la veracidad del extraño hallazgo. Nada menos que un gasterópodo, un tipo de caracol marino, que hasta ahora se consideraba endémico del Mediterráneo campaba a sus anchas en aguas de Galicia.
El hallazgo de varios ejemplares de esta especie en Galicia representa el primer registro documentado en el Atlántico y también el primero fuera de su área de distribución conocida, limitada hasta ahora al Mediterráneo.
Este descubrimiento, publicado en la revista Cahiers de Biologie Marine, además de haber servido para reconsiderar la distribución de la especie, ha permitido al equipo científico abordar el estudio de su taxonomía, previamente considerada como perteneciente al género Cyrillia. En este sentido, los análisis moleculares realizados demuestran que la especie pertenece en realidad a un género íntimamente emparentado, Raphitoma, lo que ha servido para resolver este dilema taxonómico mediante el aporte de pruebas provenientes de diferentes fuentes complementarias.
“La tendencia actual de la ciencia taxonómica apunta en esta dirección, pasando de las más o menos detalladas descripciones morfológicas, a lo que se ha dado en llamar taxonomía integradora, donde todas las fuentes de información disponibles son utilizadas para alcanzar conclusiones más robustas y fundamentadas”, señala Bruno Almón, investigador del Centro Oceanográfico de Vigo del IEO y primer autor del estudio.
El grupo de gasterópodos conocido como Rafitómidos (Familia Raphitomidae), incluye una serie de géneros compuestos por especies de gasterópodos de tamaño muy reducido, aunque con una gran variabilidad en su ornamentación y patrones de coloración, por lo que su estudio reviste una elevada complejidad.
En el Mediterráneo, esta familia está siendo objeto desde hace años de una revisión en profundidad, lo que ha puesto de manifiesto las dificultades asociadas a la correcta definición de las especies, revelando al mismo tiempo la enorme diversidad de especies que atesora.
En el Atlántico, sin embargo, el estudio de este conjunto de especies está en un nivel todavía muy incipiente, por lo que la diversidad real de la familia es desconocida. La combinación de todos estos factores explica en parte que su sistemática haya sufrido numerosas modificaciones en los últimos años, a lo que también ha contribuido la implementación y generalización de los estudios genéticos como herramienta para indagar en las relaciones filogenéticas del grupo.