Vicepresidenta de OpenAI: «La IA debe beneficiar a toda la humanidad, y estamos aquí para asegurarlo»

La vicepresidenta de OpenAI, Anna Makanju, visitó Chile para liderar un encuentro sobre Inteligencia Artificial (IA) en la Universidad de Chile, donde compartió su visión sobre cómo esta tecnología está moldeando el futuro y los retos que enfrentamos en su implementación global. Con una destacada trayectoria en políticas públicas y derechos humanos, Makanju relevó la importancia de que la IA sea accesible y beneficiosa para todos, destacando la necesidad de regulaciones y gobernanza adecuadas para evitar desigualdades. Además, enfatizó cómo la IA puede transformar sectores como la educación y la gobernanza, haciendo más accesibles los recursos y mejorando la calidad de vida, especialmente en países en desarrollo.

 Anna Makanju.

Durante su visita, Makanju también abordó los desafíos éticos que conlleva la expansión de la IA, así como el papel crucial que juegan las políticas públicas en asegurar que esta tecnología se desarrolle de manera segura y responsable. Su experiencia en temas de seguridad nacional y derechos humanos aporta una perspectiva única sobre cómo la IA puede ser una herramienta poderosa para el bien común, pero también cómo es necesario tener precaución y regulación para evitar posibles daños. «La regulación es esencial para garantizar que la IA se desarrolle de manera segura y responsable», dijo Anna Makanju. 

– Anna, en su opinión, ¿cómo está cambiando la IA nuestras vidas y qué impacto tiene en sectores clave como la educación?

La IA ya está transformando nuestras vidas de maneras que ni siquiera habríamos imaginado hace unos años. Por ejemplo, en el sector educativo, vemos cómo los educadores están utilizando la tecnología para planificar mejor sus clases y llegar a estudiantes que, de otro modo, estarían en desventaja. En lugares con menos recursos, la IA puede igualar el acceso a la educación, permitiendo que todos los estudiantes, sin importar su origen, tengan las mismas oportunidades de aprendizaje.

– Hablando de igualdad, ¿cómo puede la IA ayudar a reducir la desigualdad?

Nuestra misión en OpenAI es asegurarnos de que la IA beneficie a toda la humanidad. Por eso trabajamos para ofrecer versiones gratuitas y accesibles de nuestras herramientas, sin anuncios y en múltiples idiomas. También estamos desarrollando proyectos específicos en regiones como América Latina, donde buscamos facilitar el acceso a la IA en comunidades desfavorecidas. Creemos que es primordial que los beneficios de la IA se distribuyan de manera equitativa, y para ello, la colaboración con gobiernos y otras organizaciones es fundamental.

– La regulación de la IA es un tema candente. ¿Cómo ve usted el rol de las regulaciones a nivel global y regional?

La regulación es esencial para garantizar que la IA se desarrolle de manera segura y responsable. Es importante que los países coordinen sus esfuerzos para evitar una fragmentación que podría limitar el acceso a estas tecnologías. Aunque OpenAI es una empresa pequeña en comparación con gigantes como Google, estamos comprometidos con la creación de una IA segura y ética. Ya existen regulaciones que se aplican a la IA, pero es crucial identificar las brechas y actuar sobre ellas para asegurar que la tecnología beneficie a todos.

– En cuanto a los temores sobre la IA, como los sesgos y las discriminaciones, ¿qué puede decirnos?

Los sesgos en la IA son un desafío real, pero estoy esperanzada. En OpenAI, hemos trabajado para aumentar la diversidad en las respuestas de nuestros modelos, corrigiendo sesgos que podrían surgir en base a los datos de entrenamiento. Por ejemplo, hemos implementado sistemas para asegurar que profesiones como la de ingeniero o médico no sean representadas exclusivamente por hombres. Este es un paso importante para luchar contra las discriminaciones y garantizar que la IA refleje mejor la diversidad de la sociedad.

 Anna Makanju participó en unos encuentros sobre inteligencia artiicial.

– Se habla mucho del impacto de la IA en el futuro del trabajo. ¿Cómo cree que esta tecnología cambiará la forma en que trabajamos?

La IA tiene el potencial de revolucionar el mundo laboral, no solo automatizando tareas repetitivas, sino también permitiendo a las personas concentrarse en trabajos más creativos y estratégicos. Imagina tener una colega virtual que te ayude con tareas complejas, que te permita investigar más rápido, tomar decisiones informadas y liberar tiempo para proyectos más significativos. Sin embargo, también es importante que nos preparemos para estos cambios, asegurando que los trabajadores tengan las habilidades necesarias para prosperar en un entorno donde la IA juega un papel central.

–  ¿Cómo ve el futuro de la IA en términos de su impacto global? ¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta?

El futuro de la IA es emocionante y prometedor, pero también presenta grandes desafíos. Uno de los mayores retos es garantizar que esta tecnología se desarrolle de manera segura y ética. La IA tiene el potencial de resolver algunos de los problemas más apremiantes de la humanidad, desde el cambio climático hasta la salud global, pero solo si se maneja correctamente. Es esencial que continuemos desarrollando regulaciones efectivas y promoviendo una colaboración global para asegurarnos de que los beneficios de la IA sean accesibles para todos.

– Para terminar, ¿qué mensaje le gustaría enviar a quienes se sienten preocupados por el avance de la IA?

Es natural tener preocupaciones sobre cualquier nueva tecnología, especialmente una tan poderosa como la IA. Pero creo firmemente que, con la gobernanza adecuada y un enfoque ético, podemos mitigar los riesgos y maximizar los beneficios. Lo más importante es que trabajemos juntos, desde los gobiernos hasta las comunidades locales, para construir una IA que realmente beneficie a toda la humanidad. Estamos aquí no solo para liderar este proceso, sino también para escuchar y aprender de las preocupaciones de todos.