La Universidad de Almería ha comenzado a afrontar con fuerza la segunda acometida para transformarse en un campus inteligente (Smart-Campus), después de que antes de la pandemia se dieran unos primeros pasos interrumpidos por la COVID-19. Sobre esa base ya creada, se ha producido un nuevo impulso promovido por el equipo de gobierno de José J. Céspedes, hasta el punto de que en la reordenación de vicerrectorados con la que inició su mandato se le dio entidad propia, pero siempre con la coordinación como base fundamental. El firme propósito que se persigue es ocupar la vanguardia en este aspecto también, situándose entre las universidades más punteras en los ámbitos nacional e internacional.
José Domingo Álvarez, director del Secretariado de Smart-Campus del Vicerrectorado de Transformación Digital e Infraestructuras encabezado por Pilar Martínez, ha recordado que “este secretariado es de nueva implantación y supone un reto para establecer la infraestructura y los servicios necesarios para convertir la UAL en un Smart-Campus”. Ha explicado que lo que se pretende con su creación es “usar la información extraída de los datos obtenidos mediante la digitalización de las infraestructuras del campus para hacerlo energéticamente eficiente y sostenible”. Además, “también permitirá automatizar o mejorar servicios de los que actualmente ya dispone la comunidad universitaria por medio de la app de la Universidad de Almería”.
Álvarez ha explicado que “en un contexto donde la digitalización y la inteligencia artificial son cada vez más importantes, es esencial emprender la transformación del campus de la UAL en un campus inteligente”, detallando que ese concepto de Smart-Campus surge “de manera natural” de otros más extendidos y conocidos como son “Smart Building y Smart City”, siendo los objetivos los mismos: “Una infraestructura sostenible y energéticamente eficiente por medio de la digitalización”.
La digitalización “conlleva establecer una vasta red de sensores en el campus de los que extraer información por medio de nuevas tecnologías que ayuden a alcanzar los objetivos propuestos”. Y es que “esta transformación no solo busca la sostenibilidad y la eficiencia energética, sino también dotar al campus de inteligencia mediante el uso de tecnologías avanzadas”.
Fijada la necesidad, se ha pasado al análisis sobre el terreno: “Contamos con la ventaja de tener un campus único y relativamente pequeño, lo que nos permite implementar estas innovaciones de manera eficiente y desarrollar gemelos digitales, situación que nos brinda una oportunidad única para convertirnos en una universidad líder en innovación en pocos años”. De esta manera, “la UAL podrá competir con otras universidades nacionales e internacionales que contemplan esta transformación”. La pandemia cortó un primer intento, “un estudio sobre el modelo de Smart-Campus que se pretendía, un diagnóstico del estado actual y una hoja de ruta de realización de actuaciones, lo que no se llegó a ejecutar en su totalidad”. Pero ello “no quiere decir que la UAL esté desfasada con respecto al resto de universidades, aunque sí toca un esfuerzo importante para ponernos a la altura de las más punteras, como puede ser la Universidad de Málaga”, ha detallado textualmente.
Ha profundizado sobre ese trabajo recién emprendido. “En este tiempo, estamos fijando la planificación a seguir, tenemos que saber de qué disponemos ya en la UAL, viendo qué partes se pueden utilizar, cuáles hay que renovar y qué se puede añadir, siempre dentro de los medios de los que disponemos”. Ha habido “reuniones con empresas externas para centralizar varios servicios ya existentes en la app de la UAL”, o también “conversaciones con la Concejalía de Movilidad y el consorcio para temas de movilidad”, o también “negociaciones con Cajamar para gestionar un monedero electrónico que permita realizar todos los pagos en la UAL sin necesidad de tarjetas, utilizando solo el móvil”.
En esa línea, el director del secretariado ha recordado que “un campus inteligente y sostenible alcanza esas dos cualidades mediante la aplicación de las nuevas tecnologías de la información en beneficio de la sostenibilidad y de la mejora de la eficiencia energética del campus en su conjunto”, y que “habrá que adecuar sus diferentes espacios aportando una óptica común desde las que afrontar los diversos retos que vayan surgiendo”. Esto implica, entre otras cosas, “‘sensorizar’ las infraestructuras, utilizar la inteligencia artificial para extraer información relevante de los datos recogidos por los sensores, desarrollar gemelos digitales de toda la UAL, promover autoconsumo con energías renovables, facilitar movilidad sostenible e integrar servicios y tarjetas en la app de la UAL”.
La transversalidad es un pilar fundamental: “Efectivamente, las acciones de mi secretariado están relacionadas y se coordinan con otros secretariados dentro del Vicerrectorado, como el de Innovación Tecnológica, o con la Dirección de Infraestructuras, además de con otros vicerrectorados como el de Sostenibilidad, Salud y Deportes”. La primera coordinación, la ‘interna’ del Vicerrectorado de Transformación Digital e Infraestructuras “es necesaria para poder desplegar una red de sensores adecuada y la implantación de un sistema de monitorización y supervisión que permita recoger los datos medidos y obtener información a partir de ellos”. Con esta información “pretendemos automatizar ciertos actos y servicios del día a día, que pueden ser cotidianos, como activar y fijar la temperatura de nuestro aparato de aire acondicionado”.
José Domingo Álvarez ha matizado que “el hecho de que esa consigna se establezca automáticamente, o que el aparato se desconecte una vez que detecte que no hay nadie en la estancia durante un tiempo prolongado, puede conllevar cierto malestar al principio por la ‘novedad’ que supone no tener el control absoluto del sistema de climatización, pero es algo habitual en grandes empresas”. Por otro lado, se quiere “automatizar ciertos servicios integrándolos en la app para facilitar la vida de los estudiantes y docentes de la institución, ya que podrán realizar muchos de estos servicios sólo con su móvil”. Ha destacado por ejemplo “el acceso inteligente a edificios, eventos, control de asistencia, estudio de flujo de personas para solicitar cambios en los horarios de autobuses, acceso a instalaciones deportivas, disponibilidad de plazas libres en la biblioteca y salas de estudio…”. Obviamente, “es una coordinación con varios servicios y vicerrectorados, siendo nosotros el núcleo de ese engranaje”, ha finalizado.